La subcontratación en Chile: Más de un millón de trabajadores involucrados

La subcontratación en Chile ha marcado tendencia con más de un millón de trabajadores involucrados, especialmente en sectores estratégicos como la minería.

Características y distribución de los trabajadores subcontratados

El Observatorio de Contratación Externa y Condiciones de Empleo (OCEC-UDP) ha publicado un extenso informe analizando el panorama actual de la subcontratación en Chile. En este período, se identificaron 1.071.128 trabajadores subcontratados, que representan el 15,5% del total de asalariados en el país. Esta cifra resalta la significativa presencia de la subcontratación en el tejido laboral chileno y sus posibles implicaciones para el mercado de trabajo.

Entre estos trabajadores, predominan diferentes categorías de tercerización, siendo los contratistas o subcontratistas los más frecuentes con 701.587 personas. A estos le siguen los empleados de empresas que proveen personal externo, con 340.843 trabajadores, y una pequeña fracción que mantiene un vínculo laboral con un «enganchador», sumando hasta 28.698 individuos. La distribución muestra una variedad en las formas de subcontratación, reflejando una estructura laboral compleja y multifacética en el sector privado y público de Chile.

Impacto de la subcontratación en la sindicalización y calificación laboral

Uno de los hallazgos más reveladores del informe del OCEC-UDP es la relación entre la subcontratación y la sindicalización. Contrario a lo que suelen argumentar los críticos de esta modalidad, el 24,6% de los trabajadores subcontratados son miembros de un sindicato, un porcentaje mayor comparado con el 18,7% de los trabajadores no subcontratados. Específicamente en el sector público, la cifra aumenta dramáticamente al 36,6%, mostrando una fuerte presencia sindical incluso entre los trabajadores subcontratados.

En términos de calificación, los datos indican que los trabajadores subcontratados tienden a mostrar un nivel educativo variado: 32,4% posee alta calificación, mientras que un 41,9% tiene una calificación media y un 25,7% se encuentra en el segmento de baja calificación. Estos porcentajes desafían la percepción común que sugiere una asociación directa entre subcontratación y bajos niveles de formación, mostrando en cambio, una distribución más equilibrada en términos de habilidades y capacitación laboral.

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