La SMA ha emitido una instrucción crucial para los proyectos de energía renovable en Atacama, con un enfoque en proteger el desierto florido.
Medidas exigidas por la SMA para proteger el desierto florido
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) plantea un desafío ambiental a los titulares de proyectos de energías renovables situados en la pintoresca Región de Atacama. Este año, la región será testigo una vez más del fenómeno natural conocido como desierto florido, un espectáculo que atrae tanto a turistas como a biólogos de todo el mundo. La SMA ha solicitado a los desarrolladores de proyectos eólicos y fotovoltaicos que implementen una serie de medidas preventivas para asegurar que las operaciones no interfieran con este fenómeno ecológicamente significativo.
El cumplimiento de medidas preventivas es crucial, especialmente porque el desierto florido es hogar de más de 200 especies de plantas que florecen tras las lluvias invernales. Las instrucciones incluyen la utilización de rutas previamente evaluadas ambientalmente y evitar el tránsito por caminos no autorizados. Esto es fundamental para proteger tanto la flora como la fauna local que depende de este hábitat. Adicionalmente, se ha pedido a los titulares de proyectos que intensifiquen el monitoreo y la protección de las especies fauna, incluyendo aquellas que están bajo categorías de protección especial, señalando la importancia del balance natural de este ecosistema único.
Sistemas de monitoreo y reporte impulsados por la SMA
Además de las directrices operativas, la SMA ha establecido protocolos detallados para garantizar un seguimiento efectivo de las medidas implementadas. Desde septiembre de 2016, se exige a los titulares de estos proyectos cumplir con un sistema de reporte de incidentes a través del Sistema de Seguimiento Ambiental de la SMA. Esta herramienta no solo facilita la evaluación del impacto de las actividades de estos proyectos sobre el desierto florido, sino que también asegura que cualquier desviación sea reportada y tratada de manera oportuna.
Para fortalecer aún más estas medidas, los proyectos deben realizar monitoreos ambientales específicos que se correspondan temporal y frecuentemente con las etapas de mayor actividad del desierto florido. Esto incluye la actualización constante de los datos de titularidad y contacto con la SMA, lo que garantiza una comunicación fluida y efectiva en caso de emergencias o anomalías en la región. La capacidad de responder rápidamente ante tales eventos es vital para la conservación a largo plazo del desierto florido y su rica biodiversidad.