Las acciones de Lithium Americas (LAC) se dispararon un 30 % este viernes, impulsadas por el anuncio de que el Gobierno de Estados Unidos tomará una participación del 5 % en la compañía. El movimiento fue interpretado por los inversionistas como una señal estratégica del interés de Washington en asegurar el suministro nacional de litio, un recurso clave para la producción de baterías de vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía limpia.
El alza bursátil también coincide con un contexto de creciente presión por fortalecer la independencia energética de Estados Unidos frente a China, y con la aceleración de proyectos mineros dentro del país. La inyección estatal forma parte de un préstamo reestructurado de US$ 2.260 millones otorgado por el Departamento de Energía para impulsar el desarrollo del proyecto Thacker Pass, en Nevada, considerado el mayor yacimiento de litio del hemisferio occidental.
El impulso oculto detrás del repunte
Más allá de la participación gubernamental, el mercado especula con un nuevo acuerdo de compra con un gran fabricante automotriz o de baterías, que se sumaría a la alianza vigente con General Motors (GM).
Lithium Americas confirmó en un comunicado que GM modificará su contrato de compra para permitir nuevos acuerdos de suministro con terceros, abriendo la posibilidad de incorporar nuevos socios industriales interesados en asegurar parte del litio futuro de Thacker Pass.
De concretarse, este tipo de acuerdos permitiría a la empresa diversificar su base de clientes, garantizar ingresos más estables y reducir riesgos financieros. Analistas señalan que la posibilidad de ver a compañías como Tesla, Ford o incluso fabricantes asiáticos involucrados, ha contribuido a alimentar la euforia en el mercado.
Thacker Pass: la nueva joya energética de EE. UU.
Con el apoyo financiero del Gobierno y el respaldo técnico de General Motors, el proyecto Thacker Pass avanza para convertirse en la principal fuente de litio estadounidense para 2028. Se estima que, una vez operativo, podrá producir suficiente litio para cientos de miles de vehículos eléctricos al año, fortaleciendo la cadena de suministro nacional y reduciendo la dependencia de importaciones.
El proyecto representa un paso decisivo para el objetivo de la Casa Blanca de repatriar industrias críticas y consolidar a Estados Unidos como un polo de producción limpia y tecnológicamente avanzada. Además, al contar con capital público, los analistas consideran que el riesgo financiero se reduce considerablemente, haciendo de Lithium Americas una de las apuestas más seguras del sector.
Reacción del mercado y próximos pasos
El salto de 30 % en las acciones vino acompañado de un volumen de negociación tres veces superior al promedio, reflejando la entrada de capital institucional y el entusiasmo del retail. En Wall Street, el consenso apunta a que la acción podría mantener la tendencia alcista si se confirman nuevos contratos de suministro en las próximas semanas.
Lithium Americas informó que entregará nuevas actualizaciones en sus próximos reportes ante la SEC y SEDAR, donde podría detallar el alcance de los cambios en su acuerdo con GM y el posible ingreso de nuevos compradores industriales.
De mantenerse el impulso, Thacker Pass podría convertirse en el proyecto insignia del litio estadounidense, consolidando a Lithium Americas como protagonista central en la carrera global por los metales críticos que darán forma a la nueva economía energética.