Hutíes yemenitas afirman haber atacado el «Rubymar», buque británico, en el golfo de Adén, desatando preocupación sobre su hundimiento.
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En un nuevo incidente en la región, hutíes yemenitas anunciaron haber llevado a cabo un ataque contra el buque británico «Rubymar» en el golfo de Adén. Según el portavoz hutí, Yahya Sarea, el buque ahora enfrenta un serio riesgo de hundimiento.
Hutíes reivindican el ataque y garantizan la seguridad de la tripulación
Los hutíes asumen responsabilidad: Las fuerzas hutíes llevaron a cabo una operación con varios misiles contra el «Rubymar», causando graves daños y poniendo en peligro su estabilidad en el golfo de Adén. «Garantizamos la seguridad de la tripulación durante la operación,» declaró Sarea.
La situación revela la creciente tensión en la región y la disposición de los hutíes a atacar objetivos considerados hostiles.
«Rubymar» y su conexión británica
Propiedad y operación: El buque «Rubymar» es de propiedad británica, registrado en el Reino Unido y operado por una compañía con sede en el Líbano. Navega con bandera de Belice, partiendo de Emiratos Árabes Unidos hacia Bulgaria antes del ataque.
Aunque la tripulación ha sido evacuada y se encuentra a salvo, el futuro del «Rubymar» sigue siendo incierto.
Tercer ataque hutí contra intereses británicos
Patrón preocupante: Este es el tercer ataque en menos de una semana contra un buque vinculado al Reino Unido, país involucrado en operaciones junto a Estados Unidos en Yemen. La recurrencia de los ataques subraya la gravedad de la situación.
La Unión Europea está por aprobar la operación Aspides, destinada a proteger a los buques mercantes de los ataques hutíes en el mar Rojo.
Impacto global y ajustes en rutas marítimas
Consecuencias económicas: Desde noviembre, los hutíes han lanzado al menos treinta ataques contra buques de diversos países, alegando vínculos con Israel. La tensión ha llevado a las principales navieras a ajustar rutas, evitando el mar Rojo.
Rutas comerciales afectadas: El 8% del comercio mundial de cereales, el 12% del comercio de petróleo y el 8% del comercio mundial de gas natural licuado transitan por el mar Rojo. La situación impacta significativamente en el flujo global de mercancías.
