“Para Jake Klein, Australia pasó de liderar con estrategia a confiar peligrosamente en la suerte”.
Un llamado de atención desde el corazón de la industria
El reconocido ejecutivo minero Jake Klein, fundador y presidente de Evolution Mining y exintegrante del directorio de Lynas Rare Earths, lanzó una dura advertencia sobre el rumbo estratégico de Australia en materia de minerales críticos. Durante una presentación en el Melbourne Mining Club, el directivo afirmó que el país “ha dejado de pensar estratégicamente” y que “para Jake Klein, Australia pasó de liderar con estrategia a confiar peligrosamente en la suerte”, poniendo en riesgo su competitividad en un sector clave para las tecnologías del futuro.
Klein sostuvo que Australia perdió una oportunidad histórica para convertirse en líder mundial en tierras raras, un mercado hoy dominado por China y en el que la demanda crece a ritmo acelerado debido a su relevancia en industrias como la defensa, la electrónica y las energías limpias.
Lynas: la oportunidad perdida
El ejecutivo recordó que ya en 2004 el fundador de Lynas, Nic Curtis, comprendía la importancia estratégica de las tierras raras. Sin embargo, señaló que la empresa pasó seis años intentando obtener apoyo del gobierno australiano y del mercado de capitales, sin éxito. La falta de incentivos llevó a que Malasia ofreciera condiciones mucho más favorables —incluyendo una década de exenciones tributarias e infraestructura dedicada— lo que derivó en la instalación de la planta de procesamiento fuera del país.
Hoy, el mineral extraído de Mt Weld en Australia Occidental se envía a Malasia para su procesamiento, y Klein enfatizó que la propiedad intelectual desarrollada durante ese periodo también quedó radicada allí. “Podríamos haber sido líderes, y es una gran oportunidad perdida”, afirmó, subrayando que la ausencia de una estrategia valiente terminó relegando a Australia al grupo de países que recién intentan posicionarse en minerales críticos.
Falta de estrategia a largo plazo y desafíos estructurales
Klein cuestionó la visión política del país, especialmente debido al ciclo electoral federal de tres años, que —a su juicio— impide la continuidad y profundidad de reformas necesarias para consolidar una industria moderna y competitiva. El desarrollo de sectores como el de tierras raras, afirmó, requiere planes de varias décadas, no ajustes que cambien con cada elección.
También criticó la reducción en la formación de profesionales mineros en las universidades australianas, un contrasentido para un país que históricamente ha sustentado su crecimiento en recursos naturales. Sostuvo que, sin inversiones en educación, tecnología y propiedad intelectual, será difícil competir con potencias como China.
El rol de la inteligencia artificial en la minería del futuro
El debate coincidió con la publicación del Plan Nacional de IA por parte del gobierno australiano, enfocado en infraestructura tecnológica, regulación y capacitación. Aunque la industria valoró la iniciativa, Klein insistió en que Australia debe “abrazar la inteligencia artificial” como un pilar para mejorar productividad y eficiencia, especialmente en un contexto de altos costos laborales y energéticos.
El directivo planteó que la minería del futuro deberá depender de procesos automatizados, análisis avanzados y operaciones remotas, elementos que permitirían al país volver a posicionarse en la primera línea de la competitividad global.

