La minera busca simplificar su cartera, reforzar la disciplina de capital y enfocarse en hierro, cobre, aluminio y litio como eje de crecimiento futuro.
«Rio Tinto apuesta por una estructura más simple y rentable para fortalecer su posición global”.
Trott redefine el rumbo de la compañía
En su primera gran presentación estratégica desde que asumió como director ejecutivo, Simon Trott delineó un ambicioso plan para transformar a Rio Tinto en “la minera más valorada del mundo”. El ejecutivo detalló un proceso de desinversiones que podría generar entre US$5.000 y US$10.000 millones, acompañado de medidas para elevar la productividad y simplificar la estructura corporativa del segundo mayor grupo minero global.
La estrategia implica concentrarse solo en los segmentos más rentables —mineral de hierro, cobre, aluminio y litio— mientras la empresa avanza en la venta de activos no esenciales, como sus operaciones de dióxido de titanio y boratos, además de eventuales participaciones en terrenos, infraestructura y plantas de procesamiento. El anuncio fue bien recibido por el mercado: las acciones de la compañía repuntaron casi un 4% el jueves, alcanzando un máximo histórico de US$140,58.
Disciplina de capital y menor gasto en descarbonización
Trott confirmó que la minera reducirá su gasto de capital a menos de US$10.000 millones anuales a partir de 2028, a medida que concluyan los grandes proyectos en curso. Uno de los cambios más relevantes es el recorte en el presupuesto destinado a descarbonización, que se ubicará entre US$1.000 y US$2.000 millones hasta 2030, muy por debajo del rango previo de US$5.000 a US$6.000 millones.
La compañía también evaluará liberar liquidez de iniciativas cuyos retornos no superen su costo de capital y revisará líneas de productos de menor escala. Paralelamente, seguirá impulsando ajustes internos que ya han permitido recortar gastos, como la suspensión del proyecto BioIron y la pausa en la iniciativa de litio Jadar en Serbia. Estas medidas, según la firma, aportarían US$650 millones en ganancias de productividad anualizada.
Un mercado en consolidación y expectativas mixtas
El plan de Trott se desarrolla en un contexto donde los principales actores de la minería global han adoptado estrategias similares: reducción de empleos, concentración de operaciones y fusiones. Glencore anunció recientemente la eliminación de mil puestos de trabajo, mientras Vale ajustó su proyección de producción de mineral de hierro. En paralelo, Anglo American y Teck Resources avanzan en un proceso de fusión por US$53.000 millones.
Respecto del desempeño operativo, analistas de BMO Capital Markets valoraron positivamente el anuncio de Rio Tinto, aunque advirtieron un ritmo más lento de lo previsto en la puesta en marcha del proyecto de hierro Simandou en Guinea, cuyas ventas para 2026 —de entre 5 y 10 millones de toneladas— quedarían por debajo de estimaciones previas.
El cobre gana protagonismo en la estrategia
Uno de los pilares del nuevo ciclo será el cobre. Rio Tinto elevó su proyección de producción para 2025 gracias al dinamismo de Oyu Tolgoi, en Mongolia. Este año la compañía espera producir entre 860.000 y 875.000 toneladas, cifra que superaría rangos anteriores, con un aumento adicional proyectado para 2026. Su meta es alcanzar 1 millón de toneladas anuales hacia 2030, impulsada por precios históricamente altos asociados a la transición energética global.
En paralelo, las operaciones de hierro en Australia mantendrán volúmenes estables, y Simandou comenzará su expansión gradual tras su primer embarque comercial esta semana.

