Candelaria presenta proyecto de optimización por US$600 millones

Dentro de los objetivos de la iniciativa se encuentra el hacer frente a la caída de leyes de mineral, así como extender en diez años la vida útil del yacimiento.

Minera Candelaria ingresó ayer al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) un proyecto para la optimización y continuidad operacional de la faena del mismo nombre, ubicada en la Región de Atacama.

Según explican desde la compañía, propiedad de la canadiense Lundin Mining, con esta iniciativa se busca compensar la caída en la ley del mineral del yacimiento y extender la vida útil de Candelaria, desde 2030 -que es hasta cuando cuentan con autorización actualmente- a 2040.

Del mismo modo, las obras consideran un aumento en la tasa de explotación tanto en la mina a rajo abierto, como en la mina subterránea, y la incorporación del rajo La Española, además de la ampliación de las áreas de disposición para los estériles, entre otros. Aunque aclararon que la mayor parte de las instalaciones actuales no sufrirán modificaciones y continuarán utilizándose para la explotación, procesamiento y transporte del mineral.

En los documentos, la empresa explica que el proyecto presentado estima los resultados de las exploraciones y estudios realizados durante las operaciones, que dan cuenta de reservas y recursos minerales adicionales a los originalmente estimados, mediante la explotación de aproximadamente 350 millones de toneladas complementarias.

El proyecto está valorado en unos US$ 600 millones, y se detalla que durante la fase de construcción se va a requerir de unos mil puestos de trabajo. Con todo, las labores permitirán a la faena mantener una tasa de procesamiento de 90.000 toneladas promedio anual de cobre, con máximo de 115.000.

Situación del país

En conferencia con analistas, la presidenta de la compañía, Marie Inkster, abordó la situación por la que atraviesa Chile y aseguró que existe preocupación de lo que pueda ocurrir en marzo, ante una eventual reactivación de las protestas. “Ha estado muy tranquilo durante los últimos meses. Creo que la temporada navideña y festiva ha sido un momento tranquilo para esto. Ahora, esperamos que pueda haber un aumento en las manifestaciones y el activismo de marzo en adelante, antes del plebiscito en abril. Por lo tanto, somos bastante cautelosos ante el momento en que podamos ver un resurgimiento de algunas de las manifestaciones que vimos en octubre y noviembre”, sostuvo Inkster.

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