La industria minera registra un momento clave, ya que el precio del cobre ha anotado una subida sin precedentes. Este metal fundamental alcanzó su mayor valor, estableciendo una nueva marca histórica en el mercado internacional.
El precio del metal rojo se dispara a US$ 11.146
El «metal rojo» —el cobre— fijó un nuevo récord en la London Metal Exchange (LME) al transarse a US$ 11.146 por tonelada. Con esta cifra, se superó el anterior máximo de US$ 11.104 registrado en mayo de 2024.
Este hito reciente se debe a una combinación de factores que han desbalanceado el mercado mundial de metales: una oferta que es estructuralmente baja no logra cubrir una demanda que se mantiene en crecimiento.
Según el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), la reducción de existencias disponibles tanto en la LME como en la SHFE ha sido fundamental en este repunte. A esto se suma la proyección de que la Reserva Federal de Estados Unidos realice un recorte de tasas, lo cual impulsó el valor del metal.
Cristián Cifuentes, analista senior de Cesco, explicó que el mercado no ve este fenómeno como algo pasajero, sino que «está anticipando una escasez estructural». El experto destacó que la actual dinámica de precios muestra que los compradores están dispuestos a pagar mucho más por el cobre que necesitan de forma inmediata, un indicador que confirma la fuerte tensión que existe en la cadena de suministro mundial. Esta tendencia de alta demanda a corto plazo se mantiene prolongada, afectando especialmente los meses entre el 13 y el 27.
Producción, Inversión y el Contexto Macroeconómico Global
En lo que respecta a la producción, Cifuentes apuntó que la falta de suministro se ha agravado por una baja en faenas mineras significativas. Citó el caso de El Teniente de Codelco y los ajustes operacionales en QB2 de Teck Resources.
A pesar de las expectativas, la posible normalización en la faena de Grasberg (Indonesia) aún no da indicios claros de que vaya a aliviar el desajuste del mercado. El analista también mencionó que algunas grandes mineras podrían estar liquidando sus posiciones a largo plazo para obtener fondos, un movimiento que puede mitigar la presión de forma mínima, sin cambiar el problema central de la estrechez de la oferta.
A nivel macroeconómico, diversos elementos están impulsando este aumento de valor. La posible baja de las tasas de interés en EE. UU., sumada a una reactivación de la actividad manufacturera en la Eurozona, hace que las materias primas sean más atractivas, en particular cuando el dólar está menos fuerte.
Además, el cambio global hacia la energía limpia mantiene una presión constante sobre el cobre, ya que es clave para la electrificación y las tecnologías verdes, asegurando así un consumo firme y sostenido.
Cifuentes concluyó que la subida del cobre tiene «fundamentos estructurales sólidos», los cuales se relacionan con límites en la producción, la necesidad de inversión minera y la demanda continua por la transición energética mundial. Con niveles de inventario históricamente reducidos y alta sensibilidad a cualquier interrupción, el mercado se encuentra en un momento crítico que impactará las estrategias y planes de las empresas mineras, tanto en Chile como fuera del país.

