Informalidad laboral alcanza su mayor nivel desde 2024, aunque registra una caída interanual

La informalidad laboral en Chile volvió a subir durante el trimestre julio–septiembre de 2025, alcanzando un 26,2% del total de ocupados, su nivel más alto desde fines de 2024, aunque con una disminución de 0,8 puntos porcentuales en doce meses, según informó este lunes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

El informe reveló que 2.458.353 personas se encontraban en situación de informalidad en dicho periodo, lo que representa una variación interanual de -1,4%, en un contexto donde el empleo formal mostró señales de recuperación.

Retroceso interanual y leve repunte trimestral

El INE detalló que, pese a la mejora en comparación con el mismo trimestre del año pasado, el índice evidenció un leve repunte respecto al trimestre anterior, cuando la tasa se situó en 26,0%. De este modo, el nivel actual se convierte en el más alto desde el trimestre noviembre–enero de 2024 (26,3%), reflejando la persistencia de un segmento laboral sin acceso a seguridad social.

La disminución interanual en la población ocupada informal se explicó principalmente por el descenso entre hombres (-2,3%) y en menor medida entre mujeres (-0,4%). Según los grupos etarios, las mayores bajas se observaron en los tramos 25-34 años (-7,4%) y 45-54 años (-5,5%), segmentos que tradicionalmente concentran una parte importante del trabajo por cuenta propia.

Comercio e industria lideran la baja sectorial

Por actividad económica, la informalidad se redujo con fuerza en los sectores de comercio (-5,1%) e industria manufacturera (-4,8%), reflejando una tendencia hacia la formalización parcial de ciertos oficios y servicios.

En cuanto a los grupos ocupacionales, las principales incidencias negativas provinieron de los trabajadores de servicios y comercios (-4,3%) y del personal de apoyo administrativo (-24,8%).

El trabajo por cuenta propia continúa siendo el principal motor de la informalidad, pese a una disminución de 5,1% respecto del año anterior. Esta categoría representó junto a las personas asalariadas privadas el 86,6% del total de ocupados informales. Dentro de ellas, los cuentapropistas registraron una tasa de informalidad de 64,6%, mientras que las personas asalariadas privadas alcanzaron un 15,6%.

Cuentapropistas y asalariados privados concentran la informalidad

La caída en los trabajadores por cuenta propia informales se debió tanto a la disminución entre hombres (-6,2%) como entre mujeres (-3,7%), destacando el retroceso en los rubros de comercio (-8,5%) e industria manufacturera (-9,1%).

Por otro lado, aumentaron las personas asalariadas privadas (5,7%) y el personal de servicio doméstico (2,2%), mientras que descendieron las personas asalariadas públicas (-8,1%), empleadoras (-11,8%) y familiares no remunerados del hogar (-8,4%).

El INE explicó que se considera como persona ocupada informal tanto a quienes trabajan de manera dependiente sin cotizar en salud o AFP, como a quienes lo hacen de forma independiente dentro del sector informal, es decir, sin registro ni formalización empresarial. Asimismo, los familiares no remunerados del hogar también son parte de esta categoría.

Un desafío persistente para la formalización

Pese a la leve mejora interanual, los niveles actuales de informalidad laboral siguen por encima del promedio histórico previo a la pandemia, lo que refleja las dificultades estructurales del mercado del trabajo chileno para absorber de manera formal a todos los ocupados.

El informe del INE sugiere que, si bien las condiciones macroeconómicas han favorecido una moderada recuperación del empleo formal, persisten brechas de acceso a seguridad social y estabilidad laboral, especialmente entre trabajadores de menor calificación, jóvenes y mujeres jefas de hogar.

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