JPMorgan y Agnico Eagle invierten 255 millones de dólares en Perpetua Resources

El acuerdo refuerza la seguridad minera y la independencia estratégica de Estados Unidos en el suministro de minerales críticos.

En un movimiento estratégico que refuerza la seguridad mineral de Estados Unidos, Perpetua Resources (NASDAQ, TSX: PPTA) anunció que ha asegurado 255 millones de dólares en nuevas inversiones por parte de JPMorgan Chase y Agnico Eagle Mines, dos actores clave del sector financiero y minero internacional. La inyección de capital permitirá avanzar con la construcción del proyecto de oro y antimonio Stibnite, ubicado en el centro de Idaho, considerado uno de los desarrollos más relevantes en la reconstrucción del suministro nacional de minerales críticos.

Inversión con enfoque estratégico

JPMorgan aportará 75 millones de dólares a través de su fondo de inversión de 1,5 billones de dólares, creado para fortalecer la seguridad nacional estadounidense. Este acuerdo —que se concretará oficialmente el martes— otorgará al banco una participación cercana al 3% en Perpetua Resources, además de derechos sobre 42 millones de dólares en garantías que podrá ejercer en los próximos tres años.

Según el comunicado de la compañía, esta inversión sigue al inicio de las obras del proyecto Stibnite, estimado en 1.300 millones de dólares, que busca posicionar a EE.UU. como un productor clave de antimonio y oro en los próximos años.

Doug Petno, codirector ejecutivo de la división de banca comercial y de inversión de JPMorgan, destacó:

“Con esta inversión, estamos apoyando a una empresa en una industria crítica para la seguridad nacional y la resiliencia estadounidense, precisamente el enfoque de nuestra nueva iniciativa”.

Tras el anuncio, las acciones de Perpetua Resources subieron más de 4% en las operaciones previas a la apertura de la bolsa de Nueva York, alcanzando una capitalización de mercado de 2.500 millones de dólares.

Agnico Eagle se suma al desarrollo del proyecto

Por su parte, la minera canadiense Agnico Eagle Mines (TSX: AEM) comprometió 180 millones de dólares para adquirir una participación del 6,5% en Perpetua, además de colaborar directamente en el desarrollo y operación del proyecto Stibnite. Ambas operaciones se concretaron con base en el precio de cierre de las acciones del viernes anterior.

El Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos (EXIM Bank) también evalúa otorgar un préstamo para apoyar la construcción del proyecto, que se espera produzca 450.000 onzas de oro anuales y cubra más del 35% de la demanda de antimonio del país durante sus primeros seis años de operación.

Un proyecto clave para los minerales críticos

El antimonio —metal estratégico en la fabricación de baterías, semiconductores, retardantes de fuego y componentes de defensa— se ha convertido en un recurso de alto valor geopolítico. Actualmente, China controla la mayor parte de la producción y procesamiento mundial, situación que ha impulsado a Estados Unidos a buscar alternativas domésticas.

El proyecto Stibnite, de Perpetua Resources, representa una de las pocas fuentes conocidas de antimonio en territorio estadounidense y una de las más grandes fuera del control chino. Este enfoque dual —oro y antimonio— permitirá a la empresa diversificar sus ingresos y asegurar estabilidad frente a fluctuaciones del mercado internacional.

Impacto y perspectivas

Otros productores en EE.UU., como Americas Gold and Silver, que opera el complejo Galana, y United States Antimony (NYSE-A: UAMY), que reactivó exploraciones en Montana, también buscan ampliar la oferta de este metal estratégico.

Mientras tanto, Perpetua continúa en conversaciones con compañías como Glencore, Trafigura, Clarios y Sunshine Silver para definir un socio refinador. Se espera que la decisión final se anuncie antes de fin de año.

Con esta alianza, JPMorgan y Agnico Eagle se posicionan como actores decisivos en el fortalecimiento de la cadena de suministro de minerales críticos en América del Norte, consolidando el papel de Perpetua Resources como un socio clave en la transición hacia una economía más segura y autosuficiente en recursos estratégicos.

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