Presidente de Perumin: “En Perú han fallado las señales que enviamos como país para atraer inversiones mineras”

Ad portas de la edición anual de la convención minera, que reúne a importantes actores de la industria, Miguel Cardozo destacó las materias pendientes y desafíos para el sector.

Arequipa, la segunda ciudad más poblada de Perú, será sede a partir del próximo lunes de Perumin 36, uno de los principales eventos mineros en Latinoamérica y el mundo, en el que se reúnen representantes y actores de grandes empresas globales -como Gold Fields, Codelco y BHP-, para debatir la contingencia y los desafíos del sector.

En esta edición, en la que Canadá es aliado del país anfitrión, Chile estará presente con 12 empresas e instituciones -como ProChile-, con un total de 22 stands. También estarán delegaciones de Bolivia, Alemania, Australia y China.

Para el presidente de Perumin 36, Miguel Cardozo, ésta es la oportunidad de Perú de volver a la escena internacional, luego de años de impacto por la pandemia y los propios conflictos socio-políticos internos.

“Perú está en la vitrina de los inversionistas de manera permanente, pero han estado fallando las señales que damos como país en cuanto a competitividad, seguridad, certidumbre y políticas de largo plazo, que han hecho que esa decisión no se materialice”, dijo el también director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú en conversación con DFSUD.

“Nuestro país es reconocido a nivel mundial como un territorio con muchísimo potencial geológico y minero, de manera que el apetito por invertir está siempre vigente”, aseguró.

Materia pendiente

A su juicio, la oferta local se apoya en la diversificación, considerando que son el cuarto productor global de metales no ferrosos -aluminio, latón y cobre-, lo que les da ventaja sobre otras potencias.

“Podemos no tener reservas de litio, hoy tan en boga, como es el caso de Bolivia, Argentina y Chile, pero estamos en la carrera del cobre y somos destacados en oro, zinc, plomo, plata y estaño”, relató Cardozo.

“Esa diversificación juega un papel muy importante, si nos comparamos con Chile, por ejemplo, que habla de litio, cobre y un poco de oro. Acá hay más diversificación. Sin embargo, el asunto está en que tenemos que resolver otro tipo de problemas”, agregó.

Con ello se refirió a que la nación tiene un portafolio de 46 proyectos en cartera, por un valor cercano a US$ 50 mil millones, de los cuales “solo ocho tienen fecha prevista de puesta en marcha”.

“Los demás todavía están lidiando con una serie de desafíos regulatorios, permisos y licencias, y también problemas de carácter social”, detalló el experto.

Eso, consideró, ha afectado la competitividad, un aspecto clave para el desarrollo de la industria y del país.

“Hemos caído en las encuestas de percepción de Fraser en los últimos años, de manera continua. Como institución hacemos una una medición del Índice de Competitividad y, en 2019, quedamos en penúltimo lugar y el año pasado de últimos. Indudablemente, no estamos contentos con ello”, apuntó.

En ese sentido, dijo, es imperativo resolver los asuntos pendientes en materia de desarrollo y que éste sea sostenible. “Tenemos que revisar la forma en que hacemos los esfuerzos, desde el Estado y el sector privado, para que nuestro país crezca y ello beneficie a la población. Ahí está la clave”, concluyó.

También es necesario atender las fallas en materia de infraestructura y que “la inversión y los impuestos vayan en la dirección apropiada”.

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