Venta de Dominga a inversionistas chinos se concretaría el tercer trimestre

José Antonio Ibarra, representante de los empresarios asiáticos en las negociaciones, afirmó que el proceso avanza positivamente y que estarían próximo a cerrar la transacción.

De buena forma avanzan las negociaciones entre Andes Iron —de las familias Délano Méndez y Garcés Silva— e inversionistas chinos para venderles el 100% del proyecto minero-portuario Dominga. Según señalaron fuentes ligadas a las conversaciones, el cierre del acuerdo está sujeto a un proceso de due diligence que tiene como plazo definido el tercer trimestre de este año.

“El proceso de análisis de los antecedentes se encuentra muy avanzado y nos lleva a concluir que próximamente cerraremos la adquisición del 100% del proyecto Dominga, el cual esperamos poder desarrollar para el beneficio de la Región de Coquimbo y Chile”, dijo José Antonio Ibarra, empresario nacional que representa a los inversionistas chinos.

Por razones de confidencialidad, Ibarra declinó a revelar de momento los nombres de los inversionistas que financiarán la adquisición de la iniciativa ubicada en la comuna de La Higuera y que considera una inversión de más de US$ 2.500 millones. “Estamos muy bien impresionados de la calidad del trabajo realizado por Andes Iron.

Realmente se ha desarrollado un proyecto muy profesional, del más alto nivel en materia de ingeniería, medioambiental y social”, afirmó el empresario que cuenta con una vasta trayectoria asesorando a empresas chinas en Chile, particularmente en el negocio forestal.

Uno de los aspectos centrales del acuerdo es que, de concretarse la operación, los nuevos dueños de Dominga se comprometen a cumplir la totalidad de los compromisos adquiridos por el proyecto en materia socioambiental en el caso de que la iniciativa logre materializarse.

Esto incluye respetar el 100% de los compromisos del acuerdo marco alcanzado con la comunidad de La Higuera —que representan aportes de entre US$ 2 y US$ 4 millones al año— y las 56 medidas que la empresa comprometió en el proceso de conciliación llamado por la Tercera Sala de la Corte Suprema en la causa en que se revisan los recursos presentados por opositores al proyecto minero-portuario.

Algunas de las propuestas son dar acceso de agua potable para consumo humano para todos los habitantes de La Higuera, un centro científico para el cuidado de la flora y fauna de la zona, un poder comprador para la pequeña minería de la zona, limitar el tráfico naviero y entregar infraestructura fotovoltaica para los hogares de la
comuna, entre otros beneficios. “Pensamos implementar tecnologías de última generación en todas las áreas del proyecto. Ello nos permitiría incluso poder ampliar en algunos aspectos la gran propuesta socioambiental de Dominga”, declaró Ibarra.

En el caso del agua, ejemplificó el empresario asesor de los inversionistas chinos, se podría extender el beneficio a otras zonas de la región, más allá de La Higuera.

Largo proceso

Dominga ha recorrido un largo trayecto para lograr su ejecución. Actualmente la iniciativa cuenta con su Resolución de Calificación Ambiental para su construcción; sin embargo, está a la espera de que se resuelva la causa en la Corte Suprema, donde se acogió una serie de recursos de casación presentados por opositores al proyecto para impedir que se lleve a cabo.

Hace unas semanas se realizó una audiencia del proceso de conciliación llamado por la Tercera Sala del máximo tribunal del país donde los detractores a Dominga dejaron en claro que no estaban dispuestos a negociar para mejorar el proyecto y que su única postura era lograr que se rechazara su construcción.

La historia de Dominga se remonta a febrero de 2011, cuando la empresa Andes Iron dio inicio a la tramitación ambiental del proyecto minero-portuario con el estudio ambiental de las prospecciones que buscaba impulsar la firma en la zona, con una iniciativa valorada en unos US$ 30 millones.

Luego, en septiembre de 2013, se ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el respectivo Estudio de Evaluación Ambiental, dando comienzo a los trabajos para obtener los permisos correspondientes para la construcción del proyecto ubicado en la comuna de La Higuera.

Más adelante, en febrero de 2017, el SEA emitió el Informe Consolidado de Evaluación (ICE), recomendando aprobar el proyecto, asegurando que cumple con la normativa ambiental correspondiente. Al mes siguiente, la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Coquimbo sometió a votación el proyecto, el cual recibió seis votos a favor y seis en contra, por lo que dirime el intendente Claudio Ibáñez, rechazando la iniciativa.

Ese mismo año ocurrió una polémica situación en el Comité de Ministros, presidido en ese entonces por el ministro del Medio Ambiente Marcelo Mena, quien optó por rechazar la iniciativa, al igual que los titulares de Salud y Agricultura. Los ministros de Minería y Energía se mostraron a favor de la operación, mientras que el ministro de Economía se abstuvo. Finalmente, el episodio provocó la renuncia de dos ministros y un subsecretario.

El año pasado, Andes Iron se anotó un importante triunfo, luego de que se conociera el fallo del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, que por unanimidad acogió la reclamación judicial interpuesta por la empresa en contra del SEA por el rechazo que se mantenía sobre la iniciativa.

De esta manera, la sentencia anuló la decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de la Región de Coquimbo y la votación del Comité de Ministros en 2017, retrotrayendo el proceso a la votación de la Coeva que en agosto de 2021 aprobó con 11 votos a favor y uno en contra la iniciativa ubicada en la comuna de La Higuera.

Fuente: El Mercurio

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