Canadá presiona a Anglo American para redomiciliarse como empresa canadiense e incluir su listado principal en Toronto.
Condicionan fusión con Teck Resources a cambios estructurales
El gobierno de Canadá está exigiendo a Anglo American que legalmente se convierta en una empresa canadiense para aprobar su fusión con Teck Resources, un acuerdo valuado en aproximadamente US$50 mil millones (C$69 mil millones). Además, Ottawa solicita que la compañía traslade su cotización principal a la Bolsa de Toronto, lo que obligaría a Anglo a operar bajo las regulaciones fiscales, financieras y de fusiones y adquisiciones de Canadá.
Anglo American, por su parte, ya ha ofrecido concesiones importantes, incluida la instalación de su sede central en Vancouver, el traslado de puestos clave a Canadá y operar bajo el nombre de Anglo Teck tras la fusión. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para el gobierno canadiense, que busca garantías más sólidas. Según declaró anteriormente la ministra de Industria, Mélanie Joly, las propuestas actuales todavía no abordan todas las inquietudes relacionadas con los beneficios económicos y los posibles riesgos de seguridad nacional.
Implicancias de un cambio de domicilio legal
La exigencia de redomiciliación planteada por Canadá representaría un cambio significativo en la estructura corporativa de Anglo American. Aunque la empresa ha indicado públicamente que no tiene planes para mover su domicilio legal ni su listado principal desde Londres, este ajuste podría alterar el diseño original del acuerdo y complicar su aprobación por parte de los accionistas. Según reportes, esto también podría afectar los plazos previstos para finalizar la integración.
Este requerimiento ha sido enmarcado dentro del contexto de adquisiciones extranjeras históricas de grandes mineras canadienses, como las compras de Inco por Vale (2006), Alcan por Rio Tinto (2007) y Falconbridge por Glencore (2013). Dichos antecedentes han incentivado una postura más estricta por parte del gobierno canadiense para proteger empresas estratégicas, especialmente en un momento en el que busca fortalecer su control sobre minerales críticos como el cobre, indispensable para la transición energética global.
Desafíos en la aprobación y riesgo de retrasos
Los accionistas de Anglo American y Teck Resources tienen programada una votación clave para el 9 de diciembre de 2025, en la cual Teck necesita que al menos dos tercios de los accionistas aprueben la operación. Paralelamente, el proceso de revisión bajo la Ley de Inversiones de Canadá (Investment Canada Act) podría extenderse a lo largo de 2026. Esto dependerá de si se logran mutuos acuerdos en las condiciones finales durante las negociaciones entre Anglo American y las autoridades canadienses.
En juego está mucho más que una fusión entre dos gigantes mineros. Según las discusiones actuales, la aprobación del gobierno dependerá de cómo se equilibre el control corporativo, la generación de empleos locales, los ingresos fiscales y la soberanía sobre recursos minerales estratégicos. Por otro lado, para Anglo American, el desafío radica en satisfacer estas demandas sin comprometer su posición e intereses internacionales, especialmente respecto al cobre y otros minerales críticos que son vitales para las energías renovables y sistemas de electrificación futuros.

