La guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del mercado energético y la enorme dependencia que desarrollo Europa respecto a los combustibles rusos, pero también ha mostrado los riesgos asociados a la cadena de suministro de los metales necesarios para la transición energética.
En este sentido, Canadá se presenta como una importante alternativa dada su proximidad al gran mercado estadounidense. Canadá tiene la capacidad de convertirse en una potencia metalúrgica para las baterías y los vehículos eléctricos, aprovechando sus importantes recursos de materias primas y su capacidad hidroeléctrica.
Sin embargo, este ascenso no está asegurado y probablemente dependerá de que el país aumente su capacidad de reciclaje de metales para reforzar el suministro e invertir en tecnologías como la captura de carbono para descarbonizar la producción.
El 16 de junio de 2022, BloombergNEF celebró una reunión de trabajo con representantes de la industria metalúrgica y minera en Toronto, Canadá. El debate se centró en el reto de producir metales en el país y al mismo tiempo descarbonizar la industria.
Un tema predominante que surgió fue que el mundo podría enfrentarse a una escasez de metales, incluidos el litio, el cobre y el níquel, como resultado de que el crecimiento de la demanda supera a la oferta.
Las cifras de la industria también expresaron su preocupación por el descenso de la calidad del mineral, lo que ha provocado una menor recuperación, mayores costos de extracción y una menor rentabilidad de las inversiones.
Se reconoció que el mayor reto para la construcción de una nueva mina es la burocracia normativa asociada a los permisos de explotación y el elevado costo de capital de los proyectos.
Para una mina en funcionamiento, la principal dificultad en estos momentos es el aumento de los costos de explotación como consecuencia de la inflación y las limitaciones de la cadena de suministro. La mano de obra, el combustible y la energía son los que más contribuyen a la inflación de los costos de una mina.
En cuanto a la sostenibilidad, el 55,8% de la energía de Canadá es de origen hidroeléctrico, lo que proporciona una energía asequible con una baja huella de carbono. Esto convierte al país en un destino ambientalmente favorable para la inversión, especialmente en la fabricación de metales. Por ello, Canadá obtiene una alta puntuación en la métrica medioambiental de la clasificación de la cadena de suministro de baterías de BNEF.
La proximidad de Canadá a Estados Unidos también lo convierte en un lugar atractivo para construir una cadena de suministro de metales para vehículos eléctricos.
Con la empresa conjunta entre GM y POSCO Chemical, que ha invertido 633 millones de dólares en una planta de materiales para cátodos, y la alianza entre Stellantis y LG Energy Solution, que ha invertido 4.100 millones de dólares en la construcción de una planta de baterías, el gobierno ha dado un gran impulso a la creación de una cadena de suministro de vehículos eléctricos en Canadá.
Se espera que se vendan unos 14 millones de vehículos eléctricos en EE.UU. y Canadá de aquí a 2040.