La operación Media Luna, de Torex Gold Resources, alcanzó un hito técnico y regulatorio sin precedentes en México: desde marzo de 2024, dejó de depender del suministro eléctrico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y pasó a operar con energía adquirida directamente en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), combinada con generación solar propia. La medida marca un cambio estructural en el esquema energético de la mina y se perfila como un caso de referencia para la industria.
Un cambio profundo en el modelo de suministro
Media Luna, ubicada en Cocula, Guerrero, completó el proceso para convertirse en usuario calificado ante el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), lo que le permite contratar electricidad directamente con generadores privados sin intermediación de la CFE. Este estatus exigió auditorías técnicas, adecuaciones normativas y nuevas responsabilidades en la gestión energética.
La empresa también ejecutó una modernización integral de su infraestructura eléctrica. El complejo dejó de operar con líneas de 115 kilovoltios y migró a un sistema interno de 230 kilovoltios, lo que permitió su desvinculación de la red eléctrica nacional y su operación en modo aislado. A partir de ese momento, Torex Gold gestiona internamente la compra de energía, la supervisión del mercado spot, la administración de contratos bilaterales y la mitigación de riesgos de volatilidad.
Energía solar como componente estratégico
Como parte de su ruta hacia la diversificación energética, la compañía construyó la planta fotovoltaica Plena Sol, de 8,5 megawatts de capacidad. Aunque cubre cerca del 15 % de la demanda eléctrica total, su aporte es crítico en horas de máxima irradiación, reduciendo costos y disminuyendo la exposición al mercado.
El sistema opera bajo un modelo de autoabastecimiento directo: la energía generada no se inyecta a la red pública, sino que alimenta exclusivamente las instalaciones de la mina. Este esquema evita procesos adicionales de permisos y facilita el uso inmediato de la energía renovable. Torex Gold ha señalado que analiza una posible expansión futura del parque solar.
Autonomía eléctrica para una operación subterránea en expansión
La energía es uno de los insumos más sensibles en los costos operativos de una mina subterránea, especialmente en procesos críticos como ventilación, bombeo, acarreo y procesamiento. La transición energética de Media Luna coincide con un momento clave: el cierre del tajo a cielo abierto y el avance hacia una operación 100 % subterránea, que hoy procesa unas 10.500 toneladas por día y aspira a llegar a 12.500 t/d hacia 2027.
La fiabilidad del suministro es indispensable para sostener este ritmo. La autonomía energética no solo mejora los costos operativos, sino que reduce la vulnerabilidad frente a interrupciones externas, fluctuaciones tarifarias o saturación de la red en la región.
Un caso que desafía el contexto eléctrico nacional
La decisión de Torex Gold se produce en un escenario donde la política energética mexicana privilegia la centralización del suministro. Sin embargo, el caso de Media Luna demuestra que la legislación vigente —cuando se cumplen los requisitos técnicos y regulatorios del Cenace y la Comisión Reguladora de Energía (CRE)— permite a las empresas industriales operar fuera del esquema tradicional de la CFE.
El modelo adoptado requiere sofisticación técnica: análisis de precios horarios, gestión de riesgos energéticos, conocimientos avanzados en regulación y capacidad para administrar contratos de compra de energía. Pocas empresas del sector minero han desarrollado estas competencias internas, lo que convierte a Media Luna en una experiencia pionera.
Sostenibilidad y eficiencia: beneficios adicionales
El uso de energía solar disminuye las emisiones asociadas al consumo eléctrico y contribuye al cumplimiento de metas ambientales. Aunque el aporte renovable aún es minoritario, representa un paso relevante en la transición hacia matrices de menor carbono dentro de la minería.
A nivel corporativo, la compañía ha implementado estrategias de cobertura para enfrentar la volatilidad del mercado eléctrico, así como sistemas de monitoreo continuo de la demanda. Este enfoque de gestión avanzada aumenta la resiliencia operativa y permite una planificación de costos más precisa.
Implicaciones para el sector minero mexicano
El ejemplo de Media Luna podría abrir camino a que otras compañías mineras en México evalúen esquemas de suministro directo, especialmente en regiones donde existen restricciones de capacidad, problemas de calidad del servicio o tarifas que afectan la rentabilidad. No obstante, el proceso exige:
- inversiones significativas en infraestructura eléctrica,
- una comprensión detallada del marco regulatorio,
- trámites complejos ante la CRE y el Cenace,
- y equipos especializados capaces de gestionar la operación energética.
Las empresas que logren avanzar en esta transición podrían acceder a mayor competitividad, estabilidad operativa y control sobre uno de los costos más determinantes del negocio minero.
Conclusión
La autonomía energética alcanzada por Torex Gold en su mina Media Luna constituye un caso ejemplar de innovación operativa, gestión estratégica y aprovechamiento de los márgenes regulatorios disponibles en México. No se trata simplemente de desconectarse de la CFE, sino de rediseñar de manera integral la forma en que una mina gestiona, consume y adquiere energía. Este modelo —que combina compra directa en el MEM, operación aislada y generación renovable propia— podría marcar un precedente para la evolución energética de la minería en el país.

