“La puesta en marcha de la primera planta de BioGNL de Sudamérica marca un hito para la descarbonización del transporte pesado”.
Un avance histórico para la transición energética
Chile se posicionó nuevamente como referente regional en innovación energética con la inauguración de la primera planta de BioGNL de Sudamérica, impulsada por Lipigas en la Región de Ñuble. La instalación, ubicada en Chillán y construida junto a la empresa europea HAM Criogenia, representa un salto estratégico hacia un transporte de carga más limpio, eficiente y competitivo. Con una inversión superior a los US$ 8 millones, la puesta en marcha de la primera planta de BioGNL de Sudamérica marca un hito para la descarbonización del transporte pesado y consolida el liderazgo del país en la adopción de soluciones renovables.
La planta abastecerá inicialmente a 270 camiones, equivalentes al consumo energético diario de más de 65.000 hogares —unas 260.000 personas—, cifra comparable a la población de Puerto Montt. En su primera fase operativa, el complejo tiene capacidad para procesar entre 5.750 y 11.500 metros cúbicos diarios de biogás que, tras un tratamiento avanzado, se transforma en un combustible 100% renovable y carbono neutral.
Del residuo agrícola al combustible limpio
El funcionamiento de la planta se basa en un proceso circular: el biogás proviene de la descomposición de residuos agrícolas generados por la empresa Maxagro. Este material orgánico es capturado, purificado y posteriormente sometido a un proceso de enfriamiento criogénico que convierte el gas en BioGNL. El resultado final es químicamente idéntico al gas natural licuado convencional, lo que permite su uso inmediato en flotas que ya operan con GNL sin requerir modificaciones o nuevas inversiones.
Según Lipigas, los beneficios ambientales son contundentes. Una flota de 270 camiones propulsados con BioGNL puede evitar anualmente más de 35.500 toneladas de CO₂, reducir en 96% el material particulado, disminuir en 85% las emisiones de óxidos de nitrógeno y azufre, y bajar hasta en 50% la contaminación acústica. Estas cifras equivalen a retirar 6.000 automóviles de circulación o plantar 38.000 árboles, una referencia que dimensiona el potencial transformador de esta tecnología para el sector transporte.
Infraestructura y expansión del corredor verde
El BioGNL producido en Chillán se integrará a la red de estaciones de servicio para camiones a GNL que Lipigas ha desarrollado desde 2021. Esta infraestructura forma un corredor verde que conecta a Chile y Perú, facilitando el tránsito de carga entre Lima y Puerto Montt. Actualmente, existen nueve estaciones operativas: en Chile, están en Antofagasta, Tabolango, Paine, Linares, Chillán Viejo y Puerto Montt; mientras que en Perú el suministro está disponible en Lima, Nazca y Arequipa.
La empresa proyecta un crecimiento sostenido de la red. Para 2026 se contempla la apertura de seis nuevas estaciones, dos en el norte de Chile y cuatro en Perú, con el fin de completar un trazado continuo que permita abastecer con BioGNL o GNL a todas las rutas entre ambas ciudades capitales del corredor.
Esteban Rodríguez, gerente del negocio de GNL y biocombustibles de Lipigas, destacó que esta tecnología ofrece una solución inmediata: “Es una alternativa real para las empresas que ya utilizan flotas de camiones a GNL y buscan reducir su huella de carbono sin nuevas inversiones ni adaptaciones”.
Una alianza público–privada que impulsa la descarbonización
La iniciativa contó con la participación activa de Maxagro, compañía agrícola que provee el biogás utilizado en el proceso. Su gerente general, Felipe Saelze, subrayó el rol que puede desempeñar el sector privado en la transición energética del país: “Este proyecto es una muestra del importante aporte que el sector privado puede hacer para contribuir a la descarbonización de la industria del transporte en Chile”.
Autoridades locales valoraron también el carácter pionero de la planta. El seremi de Energía de Ñuble, Dennis Rivas, calificó la inauguración como un paso decisivo en la modernización de la matriz energética regional. “Hoy estamos viviendo un hito muy importante en la región de Ñuble, porque estamos dando una señal, no solo a la región, sino también a nuestro país, de que las inversiones sustentables que apuntan hacia la descarbonización de nuestra matriz energética son posibles”, afirmó.
Implicancias para el futuro energético del país
La apuesta por el BioGNL se enmarca en la estrategia de largo plazo de Chile para reducir las emisiones del sector transporte, uno de los más intensivos en combustibles fósiles. A diferencia de otras alternativas tecnológicas, esta solución permite avanzar rápidamente en la sustitución del diésel sin requerir transformaciones profundas en la infraestructura logística existente.
La combinación de economía circular, reducción efectiva de emisiones y escalabilidad convierte al BioGNL en un aliado clave para acelerar la transición hacia un sistema de transporte más limpio. Además, su integración con corredores internacionales de carga abre oportunidades para convertir a Chile en un referente en combustibles renovables para vehículos pesados.
La inauguración en Ñuble marca el inicio de una etapa que podría expandirse rápidamente a otras zonas del país y la región. En la medida que se desarrollen nuevos proyectos de biogás agrícola o agroindustrial, el modelo aplicado por Lipigas y Maxagro podría replicarse y aumentar su impacto territorial.

