Mientras la Bolsa de Metales de Londres se debate sobre qué hacer con los suministros de Rusia, algunos compradores de metales en el mayor mercado de materias primas han estado votando con sus billeteras.
Más de la mitad del cobre en los almacenes de la LME, gran parte del cual era de origen ruso, se ordenó para su entrega en las últimas tres semanas, principalmente por comerciantes que planeaban entregarlo a compradores chinos, según personas familiarizadas con el asunto.
El mundo de los metales se ha visto afectado durante semanas por un debate sobre cómo manejar el metal ruso. Durante una frenética semana de reuniones en la reunión anual de la industria en Londres, la brecha se ha vuelto más evidente. Varios productores occidentales pidieron activamente que se restringieran los suministros rusos, mientras que un grupo de consumidores europeos de aluminio se pronunció enérgicamente contra cualquier prohibición.
Los recientes pedidos de cobre son una de varias señales de que al menos algunos consumidores globales todavía están felices de comprar metal ruso, incluso cuando otros lo evitan.
La ventana para que la industria metalúrgica comunique a la LME sus puntos de vista sobre la cuestión del metal ruso se cerró el viernes, y es probable que la LME publique sus conclusiones en las próximas semanas.
«Reflexionaremos sobre esos puntos de vista y de esta manera podremos decirle a nuestro mercado, y lo que es igualmente importante, a nosotros mismos, que operar en la LME realmente representa los comportamientos del mundo real de nuestros usuarios», dijo el presidente ejecutivo Matthew Chamberlain. una audiencia de participantes de la industria metalúrgica en la cena de gala de la LME el martes por la noche.
Si bien buscó aportes de todo el mercado, es probable que la postura de los consumidores tenga un peso excesivo en la toma de decisiones de la LME sobre si tomar medidas. El intercambio dijo en el documento de discusión que publicó a principios de este mes que estaba particularmente interesado en escuchar a los consumidores «con respecto a sus planes con respecto a aceptar, o no, el avance del metal ruso».
Los comerciantes han solicitado la entrega de más de 70.000 toneladas de cobre de los depósitos de la LME en las últimas tres semanas. Gran parte de eso está destinado a los consumidores en China, donde las primas por el cobre físico han subido a su nivel más alto en años, y parte es ruso, según personas con conocimiento directo del asunto, que pidieron no ser identificadas por tratarse de información privada. Un comerciante dijo que a sus clientes chinos no les importaba si el cobre que compraban era de origen ruso.
La LME publicó previamente datos que muestran que hasta el 80% del cobre en su red de almacenes en los últimos meses era de origen ruso. Un portavoz de la LME se negó a comentar.
Es probable que el salto en los pedidos de cobre resalte las preocupaciones de que la prohibición de los suministros rusos podría exacerbar la escasez aguda que se observa en algunos mercados de metales. La cantidad de cobre fácilmente disponible en los almacenes de la LME ahora ha caído a 42,300 toneladas, acercándose a un mínimo de varios años visto el año pasado durante una histórica escasez de suministro en el mercado del cobre.
Aún así, es poco probable que el hecho de que los consumidores chinos sigan comprando cobre ruso, por sí solo, influya decisivamente en el debate.
Otros compradores de cobre en Europa han reiterado su deseo de evitar comprar a Rusia: «Vamos a cumplir con todos nuestros compromisos en el suministro de metal en el próximo año calendario y, a partir de entonces, sin cátodos rusos», dijo el director ejecutivo de Aurubis AG, Roland Harings, en una entrevista. en Londres. “En el caso del cobre, no hay necesidad de que Europa tome el metal ruso”.
Amenaza vital
Un grupo de consumidores europeos de aluminio también se pronunció en contra de la acción de la LME esta semana, y las asociaciones empresariales alemanas e italianas pusieron sus nombres en una declaración que advierte que una prohibición, o cualquier sanción o tarifa impuesta por el gobierno, era una «amenaza inminente y vital». ” a la industria europea del aluminio.
Mientras tanto, al menos un gran actor en la industria de los metales indicó que apoyaría a la LME cualquiera que sea el curso de acción que tome el intercambio.
“Es muy importante asegurarnos de que los mercados continúen operando sin distorsiones, de manera que podamos asegurarnos de que habrá transparencia”, dijo Máximo Pacheco, presidente del principal productor de cobre Codelco. “Confiamos en que la LME tomará una decisión final sobre esto, y la apoyaremos”.
La decisión aún puede ser tomada fuera de las manos de la LME. Estados Unidos ha estado examinando opciones para imponer aranceles o sanciones al aluminio ruso, informó Bloomberg a principios de este mes, lo que puede obligar a la LME a tomar medidas.
“Nuestra principal preferencia es que las decisiones de esta naturaleza sean tomadas por gobiernos elegidos democráticamente”, dijo Chamberlain en la cena de la LME. “Entonces, el papel de la LME puede ser actuar rápidamente una vez que se imponen sanciones específicas, como ya lo hemos hecho en varias ocasiones”.
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Fuente: Mining
