El cobre se mantiene cerca de los USD 11,000 por tonelada, impulsado por temores relacionados con la oferta a nivel mundial tras incidentes en yacimientos clave.
Una recuperación marcada por el repunte del 25%
El precio del cobre se encuentra a pasos de alcanzar un récord histórico establecido el año pasado, cotizando a USD 10,962.50 por tonelada en el mercado de futuros a tres meses, según reportes al cierre en Londres. Este avance representa un aumento significativo del 25% en lo que va del año, tras la recuperación de una intensa caída en abril, atribuida a la intensificación de la guerra comercial iniciada por el gobierno de Trump en ese momento. El metal, esencial para la fabricación de tuberías, cables eléctricos y baterías, continúa siendo el foco de atención de los inversores debido a crecientes desafíos en la oferta.
Entre los factores que han alimentado estas preocupaciones destaca la suspensión de operaciones en el yacimiento Grasberg, en Indonesia, propiedad de Freeport-McMoRan Inc., luego de un deslizamiento mortal de lodo. Esta mina, reconocida como la segunda más grande del mundo en extracción de cobre, permanece detenida. Freeport ha anunciado que entregará actualizaciones sobre su situación y perspectivas en el próximo mes, mientras los mercados adoptan una postura cautelosa frente a esta interrupción.
Impacto en otros metales y contexto global
En paralelo al repunte del cobre, el aluminio alcanzó su mayor nivel desde mayo de 2022 antes de retroceder un 0,1%, cerrando su cuarta semana consecutiva al alza. Este comportamiento se ve respaldado por las medidas impuestas por el gobierno chino para limitar la oferta en el gigante asiático, con el objetivo de gestionar el suministro de manera más estricta. Por su parte, todos los metales industriales mostraron ganancias en el mercado, con excepción del níquel, que fue el único en registrar pérdidas durante la jornada.
Este panorama refuerza la posición del cobre como uno de los productos más sensibles a las dinámicas de suministro global, especialmente en un contexto donde los riesgos operativos en minas clave generan nerviosismo en los inversores. Para la industria minera chilena, líder en producción mundial del metal rojo, el comportamiento del mercado internacional ofrece una ventana de mayor rentabilidad mientras persista esta volatilidad en la oferta mundial.

