La minería en aguas profundas podría causar daños ambientales por 500 mil millones de dólares

La explotación de minerales en aguas profundas podría resultar en consecuencias financieras y medioambientales devastadoras, según un reciente estudio.

Pérdida de biodiversidad y daños financieros

La minería en aguas profundas podría causar hasta 25 veces más daño a la biodiversidad que la minería terrestre, lo que supondría una pérdida de valor estimada en 500.000 millones de dólares. Este dato alarmante surge de un informe publicado por Planet Tracker, una organización sin fines de lucro.

François Mosnier, autor principal del informe, señaló: “Los altos gastos operativos significan que los retornos serán negativos para los inversores en la minería de aguas profundas, lo que también destruirá valor en otros sectores como la minería terrestre y la pesca”.

Impacto en la industria de vehículos eléctricos

La minería en aguas profundas es atractiva debido a la presencia de minerales críticos para la producción de vehículos eléctricos (EV), como el cobalto, níquel, cobre y manganeso. Se estima que estas reservas tienen un valor de entre 8 y 16 billones de dólares. Sin embargo, el costo medioambiental y financiero podría superar ampliamente estos beneficios potenciales.

Opiniones expertas

La Dra. Kirsten Thompson, bióloga de la Universidad de Exeter, cuestiona la sostenibilidad de la minería en aguas profundas: “No hemos logrado llegar allí por falta de desarrollo de la tecnología. Para mí, parece una industria más que está avanzando hacia un área fronteriza antes de que se establezcan regulaciones”.

Victor Vescovo, cofundador de Insight Equity Holdings, respalda esta preocupación desde una perspectiva financiera: “Los riesgos son extraordinariamente altos y la minería en aguas profundas simplemente no funciona desde el punto de vista económico”.

Conclusiones y llamado a la acción

Ante el panorama desalentador presentado por el estudio, es crucial considerar alternativas sostenibles y explorar tecnologías que minimicen el impacto ambiental. La preservación de los ecosistemas marinos y la biodiversidad debe ser una prioridad global.

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