El precio del cobre se desplomó un 20% el miércoles por la tarde después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, excluyera la forma más ampliamente importada de cobre de sus aranceles planeados.
Te puede interesar
En su comunicado, la Casa Blanca confirmó que el arancel del 50% solo se aplicará a productos semiacabados como tubos, cables, barras, láminas y tubos de cobre, y a bienes intensivos en cobre como accesorios de tuberías, cables, conectores y componentes eléctricos.
Los futuros de cobre más activamente negociados en COMEX cayeron un 19,6% a $4,5235/lb. a las 4:15 p.m. ET, el nivel más bajo desde principios de mayo, tras el anuncio.
Antes de eso, los precios del cobre en Estados Unidos habían estado negociándose hasta un 28% por encima de los futuros de referencia en Londres, ya que los operadores anticipaban que el arancel se aplicaría a todas las importaciones de metal refinado.
La decisión es la última sorpresa de Trump para sacudir el mercado del cobre. Cuando el presidente de EE. UU. lanzó una investigación sobre los aranceles del cobre a principios de este año, los precios del cobre en EE. UU. se dispararon en relación al resto del mundo e iniciaron una carrera para enviar el metal a las fronteras estadounidenses antes de que se aplicaran los aranceles.
Luego, a principios de este mes, provocó otra subida en el mercado del cobre en EE. UU. con el anuncio de que el arancel sería del 50% —el doble de lo que la mayoría de los participantes del mercado esperaban—, lo que llevó los precios a un nuevo máximo histórico.
Los analistas señalan que la exclusión del cobre refinado —conocido como cátodos— de los aranceles probablemente sacuda aún más los flujos comerciales globales del metal. Los enormes volúmenes de cobre que se han enviado a EE. UU. en los últimos meses crearon una enorme reserva que ahora podría ser reexportada.
«Si se excluyen los cátodos, el arbitraje ha terminado», dijo Michael Haigh, jefe de Investigación de FIC y Materias Primas en Societe Generale. El mercado «debería acercarse a la paridad nuevamente».
La decisión de diferenciar entre el metal refinado y los productos semiprocesados en la política arancelaria sigue al cabildeo de la industria del cobre, con algunos actores clave argumentando que EE. UU. no tenía la capacidad suficiente para reemplazar todas sus importaciones de cobre de inmediato.
Los gravámenes sobre el cobre tampoco se sumarán a los cargos separados sobre las importaciones de automóviles, que Trump implementó a principios de este año, según la Casa Blanca.
