Solaris publica un PFS positivo y primera reserva mineral para Warintza en Ecuador, con NPV post–impuestos de US$4.600 millones, bajos costos y extensa vida de mina.
Solaris Resources Inc. (TSX: SLS; NYSE: SLSR) publicó los resultados de un estudio de prefactibilidad (PFS) y el primer cálculo de reservas minerales para su proyecto de cobre Warintza, ubicado en el sureste de Ecuador. El informe confirma el carácter de activo de clase mundial, con una extensa vida de mina, costos en el primer cuartil de la industria y una sólida rentabilidad proyectada.
Según la compañía, el PFS arroja un valor presente neto (NPV) post–impuestos de US$4.617 millones con una tasa de descuento de 8% y una tasa interna de retorno (TIR) post–impuestos de 26%, a partir de supuestos de largo plazo de US$4,50/libra de cobre, US$20/libra de molibdeno, US$2.800/oz de oro en los primeros tres años (US$2.500/oz posteriormente) y US$28/oz de plata.
Producción de más de 300.000 t de cobre equivalente al año en los primeros 5 años
El estudio proyecta una producción media anual superior a 300.000 toneladas de cobre equivalente (CuEq) durante los primeros cinco años y sobre 240.000 toneladas CuEq en los primeros 15 años de operación, lo que sitúa a Warintza entre los futuros proyectos de cobre más relevantes a nivel global.
Algunos indicadores clave del PFS son:
- Producción media anual (primeros 5 años): 304.000 t CuEq, incluyendo cerca de 230.000 t de cobre.
- Producción media anual (primeros 15 años): 242.000 t CuEq.
- All-in Sustaining Cost (AISC): US$0,85/libra de cobre pagadero en los primeros cinco años y US$1,07/libra en los primeros 15 años, ubicando a Warintza en el primer cuartil de costos a nivel mundial.
- EBITDA promedio: US$1.900 millones anuales en los primeros cinco años y US$1.400 millones en los primeros 15 años.
- Flujo de caja libre post–impuestos: US$1.300 millones al año en los primeros cinco años y US$1.000 millones en los primeros 15 años.
- El capex inicial se estima en US$3.700 millones, incluyendo 15,7% de contingencias, con una intensidad de capital de aproximadamente US$15.440 por tonelada de CuEq promedio anual en los primeros 15 años y una recuperación de la inversión post–impuestos en 2,6 años (1,9 años antes de impuestos).
Primera reserva mineral y fuerte expansión de recursos
El PFS incluye la primera reserva mineral (maiden reserve) para Warintza, con:
- 1.300 millones de toneladas de reservas probadas y probables con ley de 0,41% CuEq (0,31% Cu, 0,02% Mo, 0,04 g/t Au y 1,30 g/t Ag), lo que respalda una vida de mina de 22 años.
En paralelo, la estimación de recursos minerales 2025 (MRE 2025) incorpora un aumento de 312% en recursos medidos e indicados respecto de la MRE 2024, alcanzando más de 3,7 mil millones de toneladas medidas e indicadas y 2,1 mil millones de toneladas inferidas, a una ley de corte de 0,1% Cu y un cut-off NSR de US$6,30/t.
La compañía destaca que el bajo ratio de extracción (strip ratio) de 0,53:1 a lo largo de la vida de mina posiciona a Warintza como uno de los proyectos de cobre con menor relación estéril–mineral a nivel global, lo que refuerza su competitividad en costos.
Solaris también señala un potencial de extender la vida de la mina en del orden de 25–30 años adicionales, sujeto a expansiones de capacidad del depósito de relaves y otros permisos, a partir de un ejercicio conceptual de optimización de rajo que indicaría inventario mineral adicional a leyes similares a las reservas actuales.
“Warintza marca todas las casillas”: visión de la compañía
El CEO y presidente de Solaris, Matthew Rowlinson, afirmó que Warintza “marca todas las casillas” al combinar escala global, simplicidad técnica, economía robusta y un momento óptimo para llegar a producción en un mercado de cobre ajustado.
La compañía subraya que Warintza:
- Es un pórfido de cobre con subproductos de molibdeno, oro y plata que diversifican los ingresos.
- Producción media anual de subproductos en los primeros 15 años: más de 8.600 t de molibdeno, 57.000 oz de oro y 1,3 millones de oz de plata.
- Producirá un concentrado de cobre de alta calidad y un concentrado de molibdeno limpio, ambos con niveles no materiales de elementos penalizantes, lo que mejora la flexibilidad de comercialización.
Rowlinson también destacó que Solaris está totalmente financiada hasta la decisión de construcción gracias a un financiamiento no dilutivo de US$200 millones otorgado por Royal Gold a comienzos de año, manteniendo el 100% de propiedad y control estratégico del activo.
Operación simple, distrito emergente y fuerte componente social
El PFS plantea una operación a rajo abierto convencional, con roca competente que permite ángulos de talud favorables, una altitud promedio de 1.200 m y acceso a agua fresca y energía, utilizando equipos de procesamiento estándar. La topografía natural permitirá un sistema de relaves por gravedad en una cuenca hidrográfica propia, mejorando la gestión del agua y reduciendo riesgos ambientales y consumo energético.
Warintza se ubica en un distrito minero emergente en el sureste de Ecuador, cercano a otros depósitos pórfidos como San Carlos y Panantza, y a la mina Mirador, lo que refuerza su potencial como hub de exploración y producción de cobre a largo plazo.
En el plano social, Solaris resalta su alianza estratégica con comunidades Shuar de la zona y los acuerdos de beneficios e impactos que incluyen empleo, formación, compras locales, infraestructura y aportes directos, así como acuerdos de cooperación con todas las organizaciones indígenas del entorno, desarrollados con apoyo del gobierno ecuatoriano.
Un proyecto alineado con la transición energética global
Los resultados del PFS refuerzan a Warintza como uno de los proyectos de cobre más atractivos en desarrollo a nivel global, en un contexto de:
- Déficit estructural proyectado de cobre para la transición energética y la electrificación.
- Menor disponibilidad de nuevos yacimientos de gran escala y dificultad creciente para permisos en otras jurisdicciones.
Con un NPV post–impuestos de más de US$4.600 millones, costos competitivos y una vida de mina extensible, Warintza se consolida como un candidato relevante para abastecer la creciente demanda de cobre en las próximas décadas, entregando al mismo tiempo altos retornos económicos y un aporte significativo a la minería ecuatoriana.

