A partir del 26 de abril de 2026, la jornada laboral en Chile se reducirá de 44 a 42 horas semanales, como parte del segundo ajuste gradual de la Ley 21.561. La normativa, que busca alcanzar las 40 horas en 2028, establece que la implementación no debe afectar las remuneraciones de los trabajadores.
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El camino a las 40 horas
La Ley 21.561, conocida como Ley de 40 horas e impulsada por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, contempla un periodo de implementación de cinco años para acortar la semana laboral en el país.
El primer hito de esta ley se cumplió el pasado 26 de abril de 2024, cuando la jornada pasó de 45 a 44 horas semanales. Si bien durante 2025 no están previstos nuevos cambios, el calendario establece que el próximo ajuste será en 2026, con una reducción de dos horas.
Finalmente, el 26 de abril de 2028 se concretará el último paso, momento en que la jornada laboral ordinaria llegará a las 40 horas semanales.
Flexibilidad para empresas y fiscalización
La normativa resguarda que la disminución de horas no puede implicar una reducción en los sueldos de los trabajadores. El cumplimiento de esta medida será fiscalizado por la Dirección del Trabajo, organismo que podrá aplicar multas en caso de infracciones.
Asimismo, la ley permite que las empresas apliquen voluntariamente la jornada de 40 horas antes de los plazos establecidos. De hecho, la ley abre la posibilidad de acordar entre empleadores y trabajadores una jornada de 4×3, es decir, cuatro días de trabajo por tres de descanso, una vez que se alcancen las 40 horas.
¿Qué pasa con los trabajadores a honorarios?
La legislación actual sobre la reducción de la jornada laboral no modifica la situación de los trabajadores a honorarios. Esto se debe a que dicho régimen no se encuentra regulado por las normas del Código del Trabajo.
