Incidentes en El Teniente y Grasberg reducen la producción mundial de cobre y tensionan los mercados internacionales
Los accidentes registrados recientemente en dos de las minas de cobre más grandes del mundo, El Teniente, en Chile, y Grasberg, en Indonesia, están generando repercusiones significativas en la oferta global del metal, con efectos inmediatos sobre los precios internacionales y las proyecciones de crecimiento del sector.
En Chile, la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) informó que en agosto alcanzó su nivel más bajo de producción mensual en más de veinte años, tras el derrumbe ocurrido el 31 de julio en El Teniente, que dejó seis trabajadores fallecidos y obligó a paralizar las faenas durante más de una semana. Según datos de Cochilco, la estatal produjo 93.400 toneladas de cobre, un 25% menos que el mismo mes del año anterior, marcando el volumen más bajo desde 2003.

Mientras tanto, en Indonesia, Freeport-McMoRan confirmó la recuperación de los siete trabajadores fallecidos en la mina Grasberg tras un deslizamiento de tierra a comienzos de septiembre, incluido el chileno Víctor Bastida Ballesteros. El incidente llevó a la compañía a suspender operaciones y declarar fuerza mayor en sus envíos, reduciendo sus proyecciones de producción y ventas para los próximos dos años.
El académico Ronald Guzmán, docente de Ingeniería Civil en Minería de la Universidad del Desarrollo, explicó que “el accidente de Grasberg tiene un impacto muy superior a El Teniente respecto de la pérdida de producción. Codelco estima una pérdida de 33 mil toneladas de cobre fino para 2025 y aún no informa sobre 2026. Para Grasberg, la cifra supera las 500 mil toneladas de cobre fino entre 2025 y 2026, y sigue actualizándose”.
Tendencia al alza en los precios
Guzmán añadió que los accidentes han modificado la dinámica histórica del mercado, que tradicionalmente se movía según la demanda, principalmente de China, impulsada por la electromovilidad y la descarbonización. “Actualmente, la tendencia al alza se explica por el lado de la oferta, concentrándose en las paralizaciones parciales de El Teniente y Grasberg y en la imposibilidad de cumplir los planes de producción a corto plazo”, indicó.
Según analistas, estas interrupciones podrían generar un menor crecimiento en la oferta de cobre, cercano al 1,5%, ajustando a la baja los pronósticos globales. Como consecuencia, los precios del metal rojo presentan una marcada alza en el corto y mediano plazo, motivando además estrategias de compra adelantada en países consumidores clave, como Estados Unidos y China, para asegurar suministro de cátodos y concentrados.
El especialista concluyó que “los accidentes han reconfigurado el termómetro del mercado minero, afectando directamente la oferta mundial y generando expectativas de precios más altos y mayor participación en la refinación y comercio de cobre”.