El sector petrolero de Venezuela se ve afectado por la pérdida de su licencia más amplia en EE.UU. Se espera que la pérdida por parte de Venezuela de una licencia estadounidense clave que le permitía exportar petróleo a mercados de todo el mundo y asegurar inversiones afecte el volumen y la calidad de sus ventas de crudo y combustible, al tiempo que provoque una oleada de solicitudes de autorizaciones individuales para acuerdos en Estados Unidos.
Relacionados:
EE.UU. no renueva la licencia 44
Los funcionarios estadounidenses habían advertido que, a falta de avances por parte de la administración del presidente Nicolás Maduro en la implementación de una hoja de ruta electoral acordada el año pasado, Estados Unidos no renovaría la licencia 44, que desde octubre ha aliviado las sanciones petroleras vigentes durante los últimos cinco años.
Tesoro da 45 días para cerrar transacciones
El miércoles, el Tesoro dio a las empresas 45 días para cerrar transacciones pendientes, en particular ventas de crudo y combustible, mediante una licencia más restrictiva. También dijo que procesaría solicitudes de autorización específicas para hacer negocios con Venezuela, un compromiso que los funcionarios venezolanos dijeron que esperan que Estados Unidos cumpla. Muchas empresas han esperado durante años para que Washington aprobara los acuerdos energéticos que involucran a Venezuela.
Autorizaciones previamente otorgadas no fueron retiradas
Pero el Tesoro también explicó que «la realización de nuevos negocios, incluidas nuevas inversiones previamente autorizadas bajo la licencia 44, no se considerará actividad de liquidación», lo que genera dudas sobre qué tipo de transacciones se permitirán. Autorizaciones previamente otorgadas a empresas petroleras, incluida Chevron, Repsol y Eni, no fueron retirados, lo que asegura los flujos de petróleo de Venezuela hacia Estados Unidos y Europa.
Retirada del alivio de las sanciones
La retirada del elemento más significativo del alivio de las sanciones estadounidenses marca un importante paso atrás en la política del presidente Joe Biden de volver a comprometerse con Maduro. Sin embargo, no llega a regresar a la campaña de «máxima presión» emprendida durante el gobierno del expresidente Donald Trump y podría cambiar dependiendo del progreso hacia las elecciones en los próximos meses.
