Investigación basada en Análisis de Ciclo de Vida demuestra que la integración de energía solar, eólica y geotérmica puede transformar el perfil ambiental del proceso de lixiviación en pilas
La integración de energías renovables en la producción de cobre reduce de forma significativa las emisiones de gases de efecto invernadero.
Demanda creciente y presión ambiental
El rol esencial del cobre en tecnologías vinculadas a la electromovilidad, la infraestructura eléctrica y las energías limpias ha impulsado un aumento sostenido en su demanda global. Sin embargo, este crecimiento ha elevado también la presión sobre el consumo energético y las emisiones asociadas a su producción, especialmente en procesos que dependen de grandes volúmenes de electricidad. Con este contexto, un nuevo estudio —Sustainable copper mining: a pathway to emission reduction through renewable energy— aplicó un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) para evaluar cómo la sustitución de energía convencional por fuentes renovables puede disminuir de manera sustancial la huella ambiental de la lixiviación en pilas en operaciones de América del Norte.
El estudio, desarrollado bajo los estándares ISO 14040 y utilizando el software SimaPro 9.3, identifica que la electricidad proveniente de redes alimentadas principalmente por combustibles fósiles es uno de los factores más determinantes en el impacto ambiental del proceso minero. Las etapas de trituración, bombeo, extracción por solventes (SX) y electrodeposición (EW) mostraron alta contribución al calentamiento global, la acidificación y el agotamiento de combustibles fósiles.
Solar, eólica y geotermia: alternativas con alto potencial
Para evaluar opciones de reducción, el análisis comparó los efectos de integrar sistemas solares fotovoltaicos, eólicos y geotérmicos en las operaciones. Estas tecnologías, ya reconocidas en experiencias mineras de Chile, Australia y Canadá, demostraron un potencial importante para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y otros impactos ambientales clave.
Según los investigadores, la generación renovable podría reemplazar de manera progresiva la energía utilizada en procesos críticos, especialmente en los puntos del ciclo de vida donde el consumo eléctrico es más elevado. La fase SX/EW —una de las más intensivas en energía por su rol en la purificación final del cobre— figura entre las que podrían beneficiarse con una transición acelerada hacia energía limpia.
Etapas de mayor carga ambiental
El estudio profundiza también en los procesos con mayor contribución al impacto ecológico. La reducción del tamaño del mineral destaca por su elevada demanda energética; la aglomeración, que utiliza diésel y ácido sulfúrico, exhibe impactos significativos en acidificación y eutrofización; y la lixiviación en pilas concentra una porción relevante del uso de reactivos. La electricidad, en tanto, aparece como el principal factor relacionado con el potencial de calentamiento global del proceso.
Minería más limpia: oportunidad y desafío
El informe concluye que integrar renovables en faenas mineras —ya sea instalando parques solares, sistemas eólicos o aprovechando recursos geotérmicos disponibles— es una opción no solo viable, sino estratégica para reducir emisiones y avanzar hacia una minería de menor huella de carbono. Incluso en zonas remotas, o utilizando infraestructura como presas de relaves, la incorporación de estas tecnologías podría reducir costos energéticos y mejorar la competitividad.
Si bien existen desafíos técnicos asociados a variabilidad climática, disponibilidad de terreno y costos de instalación, los autores sostienen que una transición energética en minería tiene el potencial de transformar de forma estructural el perfil ambiental de la producción de cobre y contribuir a los objetivos globales de descarbonización.

