Canadá habría dado luz verde inicial a la fusión entre Anglo American y Teck, pero aún persisten evaluaciones pendientes

Canadá habría dado luz verde inicial a la fusión entre Anglo American y Teck, pero aún persisten evaluaciones pendientes

“La aprobación tácita del gobierno canadiense marca un avance relevante, aunque no definitivo, en el plan de fusión entre Anglo American y Teck”.

Un avance decisivo en una de las mayores fusiones mineras de la década

La eventual fusión entre Anglo American y Teck Resources —que busca crear una nueva gigante mundial del sector minero con participación equitativa entre ambas compañías— dio un paso significativo tras conocerse que el Gobierno de Canadá habría dejado expirar el plazo para cuestionar la operación por razones de seguridad nacional. Según publicó el medio canadiense The Globe and Mail, la aprobación tácita del gobierno canadiense marca un avance relevante, aunque no definitivo, en el plan de fusión entre Anglo American y Teck, en un contexto en el que ambas empresas buscan fortalecer su posición en minerales críticos para la transición energética.

La ministra de Industria de Canadá, Mélanie Joly, es la autoridad encargada de revisar inversiones y acuerdos relacionados con compañías de recursos estratégicos. La legislación vigente permite bloquear operaciones cuando se considera que pueden comprometer la seguridad nacional, especialmente en industrias como la minería de cobre, zinc y otros metales esenciales para la descarbonización. El hecho de que el periodo inicial de revisión no fuera extendido fue interpretado como una señal de conformidad del gobierno en esta etapa del proceso.

Aprobación implícita, pero no definitiva

Si bien la falta de extensión en la revisión de seguridad suele equivaler a una aprobación automática por defecto, el camino para la fusión aún no está completamente despejado. Según la información difundida por The Globe and Mail, el Gobierno de Canadá mantiene facultades para bloquear el acuerdo si determina que este no supera la denominada “revisión del beneficio económico neto”, un proceso más amplio y complejo que evalúa el impacto de la operación en la economía canadiense.

A diferencia de la revisión por seguridad nacional, este análisis no tiene un plazo rígido y revisiones similares en otras industrias han llegado a extenderse por seis meses o más. Fuentes citadas por el medio sugieren que algunos compromisos asumidos por Anglo American podrían no ser considerados suficientes para garantizar un beneficio claro para Canadá.

Entre esos compromisos destaca el anuncio de trasladar su sede global a territorio canadiense, aunque sin cambiar su domicilio legal ni cotizar prioritariamente en la Bolsa de Toronto. Esta última decisión habría generado inquietud en Ottawa, debido a que una parte sustancial del control corporativo permanecería fuera de las instituciones financieras locales.

Declaraciones y tensiones en el gobierno canadiense

El propio Globe and Mail consignó que Mélanie Joly declaró recientemente que la decisión sobre la fusión se adoptará “en los próximos meses”, lo que confirma que aún no existe una resolución final pese a la aprobación tácita en materia de seguridad nacional. La ministra ha sido explícita en señalar que las promesas iniciales de Anglo American no cumplen plenamente con las expectativas del gobierno para este tipo de operaciones estratégicas.

El análisis se enmarca además en un contexto internacional de creciente competencia por los minerales críticos, donde países como Canadá buscan fortalecer su autonomía, ampliar la presencia de capital local y evitar que activos estratégicos queden bajo control mayoritario de empresas extranjeras sin beneficios directos para la economía nacional.

El proceso corporativo continúa: votaciones clave en diciembre

Mientras el gobierno continúa con su revisión, la operación también requiere la aprobación formal de los accionistas de ambas compañías. Según adelantó Bloomberg, las juntas de accionistas de Anglo American y Teck están programadas para el próximo 9 de diciembre, con reuniones en Londres y Vancouver.

Teck Resources, una de las principales firmas mineras de Canadá, mantiene proyectos de gran relevancia en cobre, carbón metalúrgico y zinc, por lo que la fusión podría reconfigurar el mapa global de la minería y reforzar la presencia del país en segmentos clave de la transición energética. Para Anglo American, la operación representa una oportunidad de fortalecer su cartera de metales estratégicos, diversificar riesgos y aumentar su competitividad en un mercado global cada vez más presionado por la electrificación y los nuevos estándares ambientales.

La aprobación de los accionistas es un paso esencial, ya que ambas compañías buscan crear una corporación conjunta con gobernanza equilibrada y estructuras operativas combinadas. Una votación adversa podría retrasar o incluso desestimar el proyecto.

Impactos potenciales en el mercado minero global

De concretarse, la fusión entre Anglo y Teck podría generar una empresa con un portafolio de activos capaz de competir con gigantes como BHP, Rio Tinto o Glencore. La combinación de operaciones en cobre —un metal crítico para redes eléctricas, vehículos eléctricos y energías renovables— refuerza el atractivo de la alianza, especialmente en momentos en que los países aceleran sus planes de descarbonización.

Canadá, a través de esta revisión, busca asegurar que cualquier consolidación de este tipo aporte empleos, inversiones, innovación tecnológica y una presencia efectiva en el mercado bursátil nacional. De allí que la revisión del beneficio neto sea más compleja y prolongada.

Escenario abierto: una fusión que avanza, pero aún no cruza la meta

Si bien el paso dado por el gobierno canadiense despeja uno de los obstáculos más relevantes —la revisión de seguridad nacional—, el acuerdo aún podría enfrentar demoras o condiciones adicionales. La presión política interna, las expectativas regulatorias y las negociaciones con ambas compañías seguirán marcando el ritmo del proceso durante los próximos meses.

Lo cierto es que el plan de fusión ha entrado en una fase más avanzada, con señales positivas desde el gobierno y un cronograma claro para las votaciones de accionistas, lo que sugiere que el desenlace podría conocerse hacia finales de este año o inicios del próximo, dependiendo del avance de la revisión canadiense.

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