Chile no solo quiere convertirse en el mayor productor de hidrógeno verde del mundo. También está explorando su implementación en el transporte ferroviario. Este combustible es más sustentable que el diésel y más económico que la electrificación de largos tramos de vía. Pero, ¿es realmente viable?
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¿Qué futuro tienen los trenes impulsados por hidrógeno? Los expertos ven un gran potencial de crecimiento en Suramérica, donde las largas distancias hacen casi inviable la instalación de cables eléctricos.
En Chile, un proyecto piloto ligado a la poderosa industria del cobre está dando los primeros pasos en esa dirección. El país quiere además convertirse en el mayor productor de hidrógeno verde del mundo.
Pero, ¿se trata de una solución duradera o de un simple anhelo? En Alemania, un proyecto similar pasó de la euforia a la decepción en poco tiempo.
Aun así, muchos expertos siguen apostando por el hidrógeno como alternativa sustentable frente a los combustibles fósiles. Esta tecnología podría ser clave en la descarbonización de industrias como las acerías o las cementeras.
