El consumo energético de la minería del cobre subió un 54% en 15 años, destacando por procesos intensivos y uso de agua de mar.
El consumo energético supera los 199.000 terajoules para 2024
El último informe de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) detalla que el consumo energético total de la minería del cobre en 2024 alcanzó los 199.452 terajoules (TJ), representando un aumento del 54% desde 2010, mientras que la producción de cobre creció apenas un 1,6% en el mismo período. De este total, el 51,3% corresponde al uso de electricidad (102.307 TJ) y el 48,7% a combustibles (97.145 TJ).
Este incremento responde a la expansión de procesos como mina rajo y concentradoras, que consumen el 42% y 29% del total energético, respectivamente. Además, la reducción en la ley mineral (de 0,75% en 2010 a 0,62% en 2024) ha intensificado el consumo por tonelada de cobre producido, alcanzando los 36,2 GJ por tonelada, un 50% más que hace 15 años. Según el informe, el desafío reside en abordar factores operativos y geológicos que amplifican esta demanda energética.
Antofagasta, epicentro del consumo energético minero
La región de Antofagasta sigue liderando en consumo energético. Según Cochilco, concentra el 58% del total nacional, el 63% de todos los combustibles y el 54% de la electricidad empleada por la minería del cobre. Este peso se explica por la alta densidad de grandes faenas mineras y el aumento del uso de agua de mar para sus operaciones.
El bombeo y desalación del agua de mar ha requerido 11.308 TJ en 2024, lo que equivale al 11% del consumo eléctrico del sector. El informe destaca además la relevancia de las faenas en esta región para sostener la producción nacional, aunque con desafíos adicionales debido al envejecimiento de los yacimientos y la necesidad de mantener operaciones energéticamente eficientes.
El avance hacia la transición energética
En 2024, el 78% del consumo de electricidad en la minería provino de fuentes renovables, marcando un progreso significativo en la integración de soluciones energéticas sostenibles. Este porcentaje representa un alza de 4 puntos respecto a 2023. En ese contexto, destaca el liderazgo de la gran minería privada con un 96% de energía renovable, mientras que ENAMI llega al 84% y la mediana minería alcanza el 70%.
El informe atribuye esta mejora a la renegociación de contratos de suministro eléctrico sustentables (PPA verdes) y al uso del sistema de certificación RENOVA. Además, el 76% de las operaciones mineras ya cuentan con planes de electromovilidad, abarcando buses y vehículos eléctricos. Codelco, en particular, ha logrado una cobertura completa en transporte de bajas emisiones. Estos cambios son clave para cumplir con la Ley de Eficiencia Energética y avanzar hacia la meta de carbono neutralidad al 2050.

