La relación entre Chile y Argentina vuelve a situarse en el centro del debate minero tras el reciente Seminario y Encuentro Binacional Atacama 2025, instancia que reunió en Caldera a autoridades y representantes del sector público–privado de la provincia de Catamarca. La visita tuvo como objetivo conocer la experiencia del Distrito Candelaria Lundin Mining en infraestructura portuaria y en procesos clave como la desalinización para uso industrial.
El encuentro confirmó que Chile y Argentina tienen una oportunidad histórica para consolidar un desarrollo minero verdaderamente integrado.
Intercambio técnico y el rol de la macro región ATACALAR
La actividad se desarrolló en el contexto de la macro región ATACALAR, conformada por Atacama, Catamarca y La Rioja, un espacio geográfico que comparte desafíos productivos, logísticos y territoriales. La creación de un corredor bioceánico que conecte el Atlántico con el Pacífico es considerada una pieza fundamental para aprovechar el potencial minero binacional, reduciendo tiempos de transporte y mejorando la competitividad de ambas industrias.
La experiencia chilena en puertos, logística y plantas desalinizadoras fue uno de los puntos que más interés generó en la delegación argentina, que busca acelerar el desarrollo de nuevos proyectos del lado trasandino y fortalecer su infraestructura para responder a la creciente demanda global por metales críticos.
Oportunidades comerciales y productivas compartidas
Para Juan José Ronsecco, presidente de Corproa, el escenario actual presenta condiciones especialmente favorables. Destaca que el Tratado de Libre Comercio vigente entre ambos países desde 2019, junto con el avance de proyectos fronterizos, abre una ventana de oportunidades para la industria chilena y argentina.
Según Ronsecco, la oferta de proveedores consolidados en minería y energía de la Región de Atacama puede complementar las necesidades crecientes del sector en Catamarca. A ello se suma la capacidad portuaria chilena, que permitiría un acceso más rápido a los mercados de Asia-Pacífico, reduciendo costos logísticos y fortaleciendo las exportaciones argentinas.
El líder gremial advierte, sin embargo, que para materializar esta cooperación se requiere avanzar en infraestructura crítica, como complejos fronterizos y carreteras, además de agilizar la toma de decisiones binacionales. “Las sinergias son reales y los beneficios mutuos son tangibles”, enfatiza.
Una alianza estratégica para el futuro minero
Dominique Viera, presidenta de Aprimin, subraya que la colaboración debe entenderse como un proyecto estratégico de largo plazo. Más allá de la operación minera, propone que la alianza entre ambos países impulse innovación, competitividad y sostenibilidad, integrando áreas como el desarrollo tecnológico, la capacitación, la transición energética y la economía circular.
Viera recalca que Chile y Argentina comparten no solo una cordillera, sino también desafíos globales similares: consolidar industrias más limpias, atraer inversión responsable y asegurar un suministro estable de minerales críticos para las próximas décadas.

