La canadiense obtiene el primer permiso internacional de perforación en el Distrito Minero Occidental de Malargüe, impulsando la reapertura minera de la provincia y la exploración de pórfidos cupríferos.
Un hito para la minería argentina
La empresa canadiense Kobrea Exploration (CSE: KBX) marcó un antes y un después en la historia minera de Argentina al convertirse en la primera compañía internacional en recibir un permiso de perforación en el Distrito Minero Occidental de Malargüe, al sur de Mendoza. El hecho simboliza no solo un avance corporativo, sino también la reapertura oficial de la provincia a la exploración cuprífera tras décadas de restricciones legales.
En declaraciones a Mining.com.au, el CEO de Kobrea, James Hedalen, calificó el hito como “un logro compartido con la comunidad mendocina”, destacando que la empresa ha construido un vínculo de confianza con los habitantes locales y con las autoridades provinciales.
“La comunidad está entusiasmada con lo que podemos aportar. Este es el comienzo de una nueva etapa para Mendoza”, sostuvo el ejecutivo.
Reactivación de un distrito estratégico
El Distrito Minero Occidental de Malargüe, con una superficie de 20.000 km², fue desarrollado por la empresa estatal Impulsa Mendoza como parte de una estrategia de ordenamiento territorial orientada a la reactivación minera.
Según la publicación especializada Panorama Minero, el gobierno provincial busca eliminar las restricciones vigentes y aprobar 27 proyectos mineros prioritarios antes de mediados de 2026, mientras otros 71 expedientes adicionales avanzan para fomentar la exploración de cobre.
La administración del gobernador Alfredo Cornejo espera que la apertura del distrito atraiga capitales internacionales y genere nuevas fuentes de empleo y desarrollo regional.
El Proyecto El Perdido: la punta de lanza
El proyecto insignia de Kobrea, denominado El Perdido, se extiende sobre 6.878 hectáreas y se enfoca en un sistema de pórfido de cobre, oro y molibdeno con una huella de alteración hidrotermal de 2 km por 2 km.
La compañía ya inició la construcción de un camino de acceso autorizado, que permitirá instalar el campamento base y ejecutar su primer programa de perforación diamantina.
“Controlamos un paquete de terrenos altamente prospectivo en una de las mejores fajas de pórfidos cupríferos del mundo. Con el permiso de El Perdido, podremos perforar pórfidos conocidos por primera vez en esta zona”, subrayó Hedalen.
El ejecutivo detalló que la empresa ha identificado una docena de objetivos, de los cuales dos ya están completamente mapeados, listos para las primeras campañas exploratorias.
Financiamiento y contexto del mercado del cobre
En octubre de 2025, Kobrea recaudó C$8,5 millones (US$9,3 millones) mediante una colocación privada liderada por Kernaghan & Partners, con participación de Beacon Securities y Red Cloud Securities, fondos que serán destinados al desarrollo de sus programas de exploración en Argentina.
Hedalen manifestó su optimismo sobre las perspectivas del cobre:
“En la última década, casi no ha habido descubrimientos significativos. La oferta será insuficiente si no aparecen nuevos proyectos”.
El contexto global respalda esa visión. Según Trading Economics, el precio del cobre alcanzó US$5,02 por libra al 12 de noviembre, con un aumento acumulado de 26,3% en 2025. La demanda global creció 1,8% interanual en el primer semestre, hasta 13,7 millones de toneladas, impulsada principalmente por China, que concentra el 59% del consumo mundial.
De acuerdo con el Departamento de Industria, Ciencia y Recursos de Australia (DISR), la demanda mundial aumentará 2,6% anual promedio hasta 2027, sustentada en la electrificación, la transición energética y el auge de la inteligencia artificial (IA).
Cada centro de datos de IA requiere entre 27 y 33 toneladas de cobre por megavatio de potencia, y la Agencia Internacional de Energía (AIE) proyecta que el consumo eléctrico de estos centros superará 1.000 TWh en 2030, más del doble que en 2024.
Mendoza, ante un nuevo ciclo minero
La incursión de Kobrea simboliza una nueva etapa para la minería mendocina, históricamente limitada por marcos regulatorios restrictivos. Con la apertura del Distrito Occidental, la provincia busca atraer inversión extranjera directa, generar empleo local y diversificar su matriz productiva.
“Nos enorgullece ser la primera empresa en abrir este distrito. Es un privilegio y una responsabilidad demostrar que la exploración moderna y transparente puede generar beneficios duraderos para Mendoza y para Argentina”, expresó Hedalen.
El Proyecto El Perdido, ubicado a 65 kilómetros al oeste de la ciudad de Malargüe, podría convertirse en una piedra angular para el renacimiento minero argentino, integrando desarrollo económico, innovación y sostenibilidad.

