El mercado de metales preciosos está cerrando el año con cifras récord, posicionando al oro y la plata en máximos históricos gracias a factores como tensiones geopolíticas y expectativas económicas en Estados Unidos. Este desempeño marca un hito importante para ambos metales en la última década.
El oro toca máximos históricos con récord desde 1979
El oro ha superado esta madrugada los 4.500 dólares por onza, marcando un máximo histórico de 4.524 dólares. Este aumento se produce después de un año en el que el metal precioso ha registrado una revalorización acumulada de más del 71%, un nivel no visto desde 1979. Sin embargo, tras alcanzar este máximo, el precio del oro retrocedió levemente y se situó en 4.493,64 dólares, manteniéndose aún por debajo de la barrera de los 4.500 dólares.
Esta notable subida se dio en el contexto de la víspera de Navidad, apuntalada por la debilidad del dólar y las expectativas de que la Reserva Federal continúe con el recorte de tasas de interés durante el próximo año. Los inversores parecen seguir viendo en el oro un refugio seguro frente a incertidumbres económicas y políticas globales.
La plata también alcanza nuevos máximos históricos
No solo el oro está en alza; la plata ha seguido la misma tendencia, logrando superar los 72 dólares por onza. Durante la madrugada, el precio máximo alcanzado fue de 72,70 dólares, mientras que actualmente se cotiza en 72,18 dólares, avanzando un 1,02% respecto al cierre previo, lo que sitúa al metal en una posición destacada en los mercados internacionales.
El entorno económico también beneficia a la plata, con las mismas variables que fortalecen al oro: un dólar debilitado, tensiones geopolíticas y especulación sobre futuras decisiones de la Reserva Federal. En este panorama, se refuerza el atractivo de los metales preciosos como activos de resguardo frente a la inestabilidad financiera.
Factores que impulsan los precios
Entre las fuerzas que están potenciando estos aumentos, destacan las tensiones geopolíticas que afectan la estabilidad en los mercados globales, el debilitamiento del dólar frente a otras divisas y la posibilidad de que la Reserva Federal continúe recortando los tipos de interés en 2025. En este sentido, la incertidumbre económica y política está jugando un rol determinante en el fortalecimiento de estos metales como activos de inversión.
