El reajuste contempla un aumento retroactivo desde mayo, pero aún genera divisiones políticas que podrían retrasar su aprobación.
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La discusión por el aumento del sueldo mínimo en Chile entra en una semana decisiva, mientras el Gobierno presiona para que el Congreso apruebe antes del viernes un proyecto que beneficiaría a cientos de miles de trabajadores. Sin embargo, la exclusión de iniciativas claves y la tensión entre oficialismo y oposición podrían llevar la discusión a Comisión Mixta.
Aumento escalonado: ¿Cómo subiría el sueldo mínimo?
El proyecto establece un aumento retroactivo del sueldo mínimo a $529.000 desde el 1 de mayo de 2025, seguido de un nuevo reajuste a $539.000 en enero de 2026.
Además, contempla ajustes automáticos en beneficios asociados, como la Asignación Familiar y el Subsidio Único Familiar, para mantener el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables.
Más de 800 mil trabajadores podrían verse beneficiados directamente con este reajuste, según estimaciones del Ejecutivo.
El conflicto político: Observatorio del Costo de la Vida queda fuera
Uno de los puntos de mayor controversia es la exclusión del Observatorio del Costo de la Vida y del Fondo para la Formación Sindical, eliminados por el Senado.
Desde la oposición, parlamentarios como Frank Sauerbaum (RN) señalan que estas instancias son innecesarias y duplican funciones ya cubiertas por el Consejo Superior Laboral.
En contraste, el oficialismo, con voces como la del diputado Boris Barrera (PC), insiste en que estos instrumentos son clave para mejorar la política salarial a largo plazo, especialmente en un escenario de inflación y alza del costo de vida.
Críticas al modelo de apoyo a Pymes
Otra área de conflicto es el subsidio a las Pymes para enfrentar el aumento del sueldo mínimo. El diputado Miguel Mellado (RN) criticó el enfoque, argumentando que si el mercado laboral necesita subsidios para subir los salarios, es señal de un sistema disfuncional.
No obstante, el Gobierno ha defendido esta herramienta como una medida transitoria para evitar despidos y asegurar sostenibilidad en sectores vulnerables del tejido productivo.
¿Qué pasa si no se aprueba esta semana?
Aunque el reajuste tendría efecto retroactivo, la falta de acuerdo obligaría a extender la tramitación en una Comisión Mixta, lo que retrasaría los pagos y aumentaría la incertidumbre para los beneficiarios.
Desde el Ejecutivo, existe confianza en que la Cámara de Diputadas y Diputados dé luz verde esta semana, destrabando un debate que impacta directamente el bolsillo de trabajadores, familias y pequeñas empresas.
