El gobierno de Estados Unidos busca acuerdos con las Islas Cook para la explotación minera en aguas profundas. Este enfoque contrasta con acuerdos previos de las Islas Cook con China.
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El Departamento de Estado de EE. UU. anunció un acuerdo para mapear la Zona Económica Exclusiva de las Islas Cook, rica en minerales profundos. El archipiélago, bajo asociación con Nueva Zelanda, había firmado pactos de cooperación con China, incluyendo la minería submarina.
Los acuerdos chino-cookianos llevaron a tensiones con Wellington, que suspendió apoyo tras la firma sin consulta. Nueva Zelanda y las Islas Cook, en acuerdo constitucional, deberían coordinarse en temas de seguridad y política exterior.
La incursión estadounidense en la explotación de minerales marinos refleja un enfoque geopolítico. Trump aceleró licencias, en contraposición a años de adhesión a la Convención del Derecho del Mar. Expertos temen efectos legales y diplomáticos adversos.
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La empresa subsidiaria de The Metals Company, con sede en Canadá, lidera en la aplicación de extracción marina. Defensores argumentan menor impacto ambiental frente a operaciones terrestres, aunque críticos alertan sobre riesgos desconocidos en ecosistemas marinos inexplorados.
