La iniciativa de desarrollar una nueva fundición en Paipote no ha logrado convencer por completo a la mesa directiva de la Empresa Nacional de Minería (Enami). Esta obra es considerada clave para mejorar el desempeño económico de la empresa.
La preocupación de los directores de Enami se reflejó en un comunicado emitido por la compañía, donde se anunció la contratación de una revisión independiente que abarcará aspectos comerciales, técnicos, ambientales y sociales. Esta solicitud de participación de un tercero se hizo a pesar de que la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) es la encargada de realizar este tipo de revisiones. Según conocedores del tema, la mesa directiva de Enami solicitó un informe exhaustivo durante una reunión de directorio la semana pasada.
Los directores no están seguros sobre las cifras asociadas al proyecto y algunos plantean que el proyecto en su estado actual podría afectar a la empresa. El plan de inversión fue presentado durante el mandato anterior de Jaime Pérez de Arce (2014-2018), quien lo retomó cuando asumió como vicepresidente ejecutivo de Enami en el actual gobierno. Según los cálculos presentados en 2022, se requieren alrededor de 1.000 millones de dólares para la nueva planta.
La situación se ha complicado debido al mal desempeño financiero de la empresa, que acumula deudas por más de 750 millones de dólares y reportó pérdidas superiores a los 51 millones de dólares en marzo.
Existe consenso en que parte de los malos resultados de la compañía se deben a la deficiente operación de la planta Paipote, que data de 1952 y se encuentra en mantenimiento. No hay una fecha definida para reactivar su operación, lo que genera incertidumbre entre los trabajadores respecto a su continuidad. Enami no ha respondido a consultas sobre la revisión del proyecto por parte de una entidad externa, ya que aún no se ha definido quién estará a cargo ni cuándo comenzará este análisis.
En un comunicado interno, el directorio afirmó que la Región de Atacama necesita una nueva fundición acorde con los estudios de producción de concentrado futuro, además de reducir la dependencia de la capacidad de fundición en el extranjero. El directorio considerará continuar con la factibilidad de la fundición y posteriormente con la prefactibilidad de la refinería y planta de metales nobles después de la revisión solicitada.
Los trabajadores se mostraron preocupados tras enterarse del estudio encargado por el directorio. El presidente del sindicato N° 1 de Paipote, Eduardo de la Barrera, manifestó su desacuerdo con esta revisión, argumentando que el proyecto ha sido autorizado desde el gobierno de Bachelet y que esta revisión retrasaría el proyecto de la nueva fundición.
El diputado Jaime Mulet (FRVS) no considera un problema la revisión, pero cree que se debe avanzar hacia una nueva fundición. El senador Rafael Prohens (RN) opina que si la fundición actual no está funcionando a plena capacidad y está generando pérdidas, podría ser una alternativa dedicarse a la venta de concentrados. Se debe evaluar profundamente esta opción, considerando todas las externalidades, no solo en términos de ingresos perdidos por productos más refinados, sino también en relación con el empleo en la zona.
En la reunión de directorio del pasado jueves, también se discutió una moción de censura contra Jaime Pérez de Arce. Dos miembros de la mesa, incluido el subsecretario de Minería, Willy Kracht, presentaron esta solicitud, que fue respaldada por todo el directorio, incluida la presidenta de la instancia, la ministra de Minería, Marcela Hernando.
Se dice que la solicitud de censura se basó en una entrevista que Pérez de Arce concedió a un medio de comunicación televisivo, donde se refirió a la fundición. Otras fuentes indican que también podría estar relacionada con los malos resultados que ha tenido la empresa estatal.
