El precio del cobre alcanzó este miércoles un nuevo máximo histórico en los mercados internacionales, consolidándose como uno de los commodities más destacados del 2025. La fuerte alza está siendo impulsada por un contexto de oferta cada vez más ajustada y una demanda estructural en crecimiento.
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Expectativas de aranceles aceleran el repunte
El contrato más negociado en la COMEX subió hasta los US$5,3740 por libra, superando el cierre previo de US$5,2105. Esto representa un salto significativo que amplió la brecha entre los precios del cobre en Nueva York y Londres, alcanzando una diferencia cercana a los US$1.700 por tonelada. El nuevo valor equivale a US$11.840 por tonelada.
El repunte ocurre en medio de especulaciones sobre la posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos al metal industrial. Aunque inicialmente se preveía que esta medida podría concretarse entre septiembre y noviembre, un reporte de Bloomberg alertó que la aplicación podría adelantarse, intensificando la incertidumbre del mercado.
Demanda industrial y envíos anticipados a EE.UU.
Durante la Cumbre de Commodities del Financial Times en Suiza, expertos del sector indicaron que el cobre podría superar los US$12.000 por tonelada este año. “El mercado ya está experimentando escasez”, afirmó Kostas Bintas, jefe global de metales y minerales de Mercuria, quien reveló que se están movilizando grandes volúmenes de cobre hacia Estados Unidos ante el eventual cambio arancelario. Se calcula que entre 400.000 y 500.000 toneladas están actualmente en tránsito hacia dicho país.
A este escenario se suma una creciente demanda por parte de economías como Estados Unidos y la Unión Europea, que están invirtiendo en la modernización de sus redes eléctricas. “Estas transformaciones requerirán grandes cantidades de cobre”, explicó Aline Carnizelo, socia directora de Frontier Commodities.
Perspectivas con cautela macroeconómica
A pesar del optimismo, algunos analistas llaman a la prudencia. Graeme Train, jefe de análisis en Trafigura, indicó que si bien la demanda se mantiene elevada, la economía global todavía muestra signos de debilidad. “El cobre podría seguir marcando máximos, pero debemos mantener cautela frente al contexto macroeconómico”, advirtió.
