Southern Copper (NYSE, LON: SCCO) se encuentra en conversaciones con la administración de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum para reanudar las inversiones mineras en el país valoradas en $10.2 mil millones.
La empresa, en su informe de ganancias del segundo trimestre de esta semana, mencionó que las negociaciones buscan obtener permisos y licencias que estaban estancados bajo el gobierno anterior.
La subsidiaria de Southern Copper, Minera México, planea invertir más de $600 millones para fines de 2025 en operaciones tanto a cielo abierto como subterráneas. Alrededor de la mitad de esta inversión se destinará a modernizar la infraestructura para garantizar la viabilidad a largo plazo. El resto se utilizará para mejorar el uso del agua y la gestión de relaves, así como para iniciativas centradas en eficiencia operativa y crecimiento.
La empresa destacó varios proyectos mexicanos en desarrollo, incluidos Angangueo, Chalchihuites y la fundidora de Empalme. Señaló que estos desarrollos podrían fortalecer su posición como un productor de cobre completamente integrado.
Entre los proyectos adicionales se encuentran el depósito de cobre El Arco en Baja California y el proyecto de cobre verde El Pilar en Sonora, una región también conocida por sus activos de oro, plata y litio.
Según la Cámara Mexicana de la Minería (Camimex), había 116 aprobaciones ambientales pendientes con la Semarnat y 107 a la espera de autorización por parte de la autoridad del agua Conagua a finales de 2024. Estos retrasos están impidiendo una inversión estimada de $6.9 mil millones y la creación de 50,000 empleos.
Mina Tía María de $1.8 mil millones en Perú
En Perú, Southern Copper tiene como objetivo comenzar la producción en su largamente demorada mina de cobre Tía María en la provincia de Islay, región de Arequipa, en 2027. La compañía ha aumentado recientemente el total de gastos del proyecto a $1.8 mil millones, frente a los $1.4 mil millones previamente planeados.
Con los precios actuales del cobre, Southern Copper espera que Tía María genere $18.2 mil millones en exportaciones y aporte $3.8 mil millones en impuestos y regalías durante sus primeros 20 años. Southern Copper informó que ya ha creado 1,376 empleos, incluidos 802 ocupados por trabajadores locales. La empresa tiene como objetivo contratar a la mayoría de los 3,500 trabajadores necesarios durante la construcción de Islay. Una vez operativa, la mina generará 764 empleos directos y 5,900 indirectos.
El progreso de la construcción ha alcanzado el 90% en carreteras de acceso y plataformas. La empresa también ha comenzado a construir un campamento temporal, ha iniciado trabajos de movimiento de tierras masivos e instalado 59 kilómetros de vallas alrededor del sitio.
Tía María ha enfrentado años de retrasos debido a una fuerte oposición local por preocupaciones ambientales, con protestas entre 2011 y 2015 que dejaron seis muertos. Aunque el gobierno peruano aprobó el proyecto en 2019, este permaneció estancado hasta que se reanudó el desarrollo en 2024 tras unas condiciones locales mejoradas.
Southern Copper afirmó que sus proyectos peruanos, ya sea en construcción o en fases de ingeniería, podrían representar más de $10.3 mil millones en inversión en la próxima década.
A pesar de la incertidumbre económica mundial y las posibles repercusiones de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, la empresa se mantiene optimista.
El director financiero Raúl Jacob comentó el miércoles a los analistas: «Mantenemos una perspectiva positiva a largo plazo para el cobre».
