Inspecciones oficiales confirman fisuras de gran magnitud
Una serie de alertas elevadas por trabajadores derivó, a comienzos de agosto, en inspecciones de la Subsecretaría de Minería y del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), las que detectaron grietas y filtraciones en el muro de relaves de Quebrada Blanca, la operación clave de Teck en el norte de Chile. Según los antecedentes del regulador, una fisura de aproximadamente 240 metros de extensión y una apertura de 18 centímetros se constató en la coronación del muro, acompañada de acumulación de agua en su base, elevando la preocupación por la estabilidad de la estructura.
Entre el 28 de julio y el 8 de agosto, el organismo recibió al menos cinco denuncias de trabajadores que advertían filtraciones y pedían la intervención urgente del regulador. En varias de ellas se cuestionaba la falta de claridad de la empresa y su decisión de mantener la operación sin modificaciones, lo que motivó la rápida presencia de autoridades en terreno.
Sernageomin reprocha falta de reporte oportuno
En su informe inicial, Sernageomin cuestionó a Teck por no haber informado de inmediato la situación, recordando que la normativa exige reportar cualquier incidente que pueda comprometer la seguridad de trabajadores, del entorno o de la infraestructura minera. El regulador exigió seguimiento semanal y la entrega de antecedentes detallados sobre la evolución de la grieta, las filtraciones y las medidas de control adoptadas.
Un documento posterior, fechado el 5 de agosto, reiteró la inquietud del servicio, subrayando que la seepage observada es un indicador que amerita monitoreo continuo y análisis de causas raíz, especialmente en un depósito de relaves de gran escala como el de Quebrada Blanca.
Teck asegura que “la estructura es estable y segura”
La empresa canadiense respondió que la estructura se encuentra estable y que las grietas detectadas corresponden a fenómenos propios de este tipo de construcciones, agregando que fueron reparadas de forma rápida. También informó que resolvió una fuga en una tubería que habría generado parte del agua observada en el sector.
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Según la compañía, “nunca existió riesgo para la seguridad o la integridad de la instalación”, y detalló que se han realizado simulacros de escenarios de colapso estructural y un análisis exhaustivo de las causas del incidente. No obstante, en sus reportes financieros no ha incluido hasta ahora el contenido específico de las inspecciones ni de las denuncias internas.
Impacto operativo y vínculo con la fusión Anglo–Teck
Los problemas del tranque —arrastrados desde 2024— han sido un factor relevante en los retrasos y ajustes en la curva de producción de Quebrada Blanca. Analistas consideran que estas dificultades incidieron en la decisión de fusionar Teck con Anglo American, operación ya aprobada por los accionistas y que dará origen a Anglo Teck.
La integración permitirá, en el mediano plazo, coordinar infraestructura y operaciones entre Quebrada Blanca y Collahuasi. Anglo ha expresado públicamente su respaldo a la estrategia para la mina, destacando su experiencia en la gestión de depósitos de relaves complejos como Quellaveco, en Perú. Sin embargo, expertos advierten que un eventual incumplimiento de las metas de producción podría afectar la valoración del nuevo grupo y su posición en el mercado mundial del cobre.
Mayor escrutinio global sobre la seguridad de relaves
El episodio ocurre en un contexto de fuerte vigilancia internacional sobre los estándares de seguridad en depósitos de relaves, especialmente tras tragedias como Brumadinho (2019). Especialistas señalan que grietas y filtraciones son señales de alerta temprana y requieren una reacción rápida y transparente.
En palabras de un académico consultado en este ámbito, estos indicios “son como síntomas en la consulta médica: pueden anticipar problemas estructurales de fondo si no se abordan a tiempo”.
