Según un informe de S&P Global Market Intelligence , los presupuestos totales de exploración de cobre aumentaron un 21 % a apenas $2800 millones en 2022, el nivel más alto desde 2014.
El aumento fue impulsado por una fuerte recuperación del precio del cobre desde que alcanzó mínimos de varios años al comienzo de la pandemia mundial.
El precio del cobre se ha duplicado desde marzo de 2020, cuando el metal líder cayó brevemente por debajo de los 2 dólares la libra (4400 dólares la tonelada) y se espera que los precios se mantengan elevados dada la perspectiva optimista de la demanda hasta el final de la década.
El año pasado, dos grandes minas de cobre iniciaron operaciones: Quellaveco, propiedad de Anglo American en un 60%, en Perú, y Cukaru Peki (Timok), en Serbia, que es propiedad total de Zijin Mining de China. Quebrada Blanca de Teck Resources en Chile seguirá este año, mientras que otros dos proyectos importantes, la mina homónima de Udokan en Rusia y la expansión subterránea Oyu Tolgoi de Rio Tinto, están actualmente en construcción.
S&P Global ve un superávit de mercado durante los próximos tres años (-285kt este año), pero después de este aumento en las toneladas adicionales que entran en línea, la tubería se reduce sustancialmente, con un suministro insuficiente de casi 400kt en 2026.
S&P Global señala que los presupuestos de exploración más grandes en los últimos años, la mayoría de los cuales se gastaron en América Latina, no han llevado a un aumento significativo en el número de descubrimientos importantes recientes:
“Si bien las reservas y los recursos de cobre aumentaron en 50 millones de toneladas en comparación con nuestro análisis del año pasado, la mayor parte del aumento provino de activos descubiertos en la década de 1990”, dicen los autores.
