Es probable que Rusia limite las exportaciones de metales clave como el níquel y el paladio si Estados Unidos impone fuertes impuestos a las importaciones de aluminio de Rusia, dicen los analistas.
Si bien el aluminio ruso representa solo una pequeña parte de los suministros estadounidenses, el níquel es vital para la industria aeroespacial y las baterías de los vehículos eléctricos. Mientras tanto, el paladio es un componente clave para los catalizadores de los automóviles que funcionan con gasolina.
Los datos del proveedor de estadísticas Trade Data Monitor (TDM) muestran que casi el 11 % de las 92 624 toneladas de níquel importadas por Estados Unidos el año pasado provinieron de Rusia y que los envíos de paladio ruso, de 20 toneladas, representaron casi el 35 % de las importaciones estadounidenses.
En un intento de aumentar la presión sobre Rusia por la guerra en Ucrania, Estados Unidos está considerando aumentar el impuesto a la importación de aluminio de origen ruso al 200%.
El aluminio ruso es producido por Rusal, que representa alrededor del 6% de los suministros mundiales.
“No hay una ganancia real al apuntar a este flujo comercial”, dijo Tom Price, analista de Liberum. «Si se impusiera tal arancel, entonces los mercados deberían esperar una respuesta de Rusia, posiblemente restricciones en otros metales críticos exportados a los EE. UU.».
Price agregó que tal movimiento es típico de los conflictos comerciales.
Un analista de un fondo centrado en las materias primas estuvo de acuerdo en que había muchas posibilidades de que Rusia respondiera prohibiendo los envíos de níquel y paladio a Estados Unidos.
Las importaciones estadounidenses de aluminio en bruto y aleaciones de Rusia ascendieron a 191.809 toneladas, o aproximadamente el 4,4 % del total de más de 4,4 millones de toneladas el año pasado, en comparación con el 8,9 % en 2018 y el 14,6 % en 2017, según Trade Data Monitor.
“Nuestra opinión es que los aranceles, de forma independiente desde EE. UU., no deberían tener un gran impacto en el mercado, ya que los volúmenes rusos en EE. UU. ya han disminuido”, dijeron los analistas de Macquarie.
“Sin embargo, esto cambiaría si se impusieran sanciones, con posibles efectos indirectos en otras regiones”.
Ni el metal ruso ni las empresas que lo producen han sido objeto de sanciones impuestas a algunas empresas rusas después de que Rusia enviara tropas a Ucrania el año pasado.
Sin embargo, en 2018, las sanciones del Departamento del Tesoro de EE. UU. a Rusal congelaron la mayor parte de las exportaciones de la empresa, paralizaron su cadena de suministro y asustaron a los clientes.
