Grandes iniciativas de plantas desaladoras impulsan la transformación del abastecimiento hídrico en la minería del cobre, que en 2034 se abastecerá en un 69,8% con agua de mar.
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Nuevas proyecciones hídricas en la industria minera
El último informe de Cochilco sobre la proyección de demanda de agua en la minería del cobre (2023-2034) confirma el auge de la desalación como respuesta clave a los desafíos hídricos de la industria. Se estima que para el 2034, un 69,8% del agua utilizada por la minería del cobre provendrá del mar.
Actualmente, Chile cuenta con un amplio catastro de plantas desaladoras en operación y desarrollo. Destacan instalaciones como Escondida (BHP) con 2.500 l/s, Distrito Centinela (Antofagasta Minerals) con 1.500 l/s, y Quebrada Blanca Hipógeno (Teck) con un potencial de 1.200 l/s.
Nuevas inversiones en el norte de Chile
El informe muestra que las regiones de Antofagasta, Tarapacá, Atacama y Coquimbo concentran gran parte de los nuevos proyectos. A estos se suman iniciativas como Collahuasi (525 l/s) y CODELCO Distrito Norte (840 l/s) que reforzarán la infraestructura hídrica de la minería.
El despliegue de desaladoras permitirá una caída del 39% en el uso de agua continental en la minería al 2034, pasando a representar solo un 30,2% del consumo total proyectado. Esta transición busca aliviar la presión sobre las cuencas hídricas en las zonas mineras.
Desafíos de eficiencia energética y ambiental
La eficiencia energética de los proyectos de desalación será clave para mantener la competitividad de la minería chilena frente a otros distritos globales. El informe subraya que los costos eléctricos deberán ser cuidadosamente gestionados para asegurar la viabilidad económica.
Aunque la desalación es vista como una vía válida para asegurar la sostenibilidad hídrica, el informe advierte que estos proyectos deberán minimizar su impacto ambiental. Tecnologías de última generación y monitoreo riguroso serán esenciales.
