Las exportaciones de petróleo de Venezuela experimentaron un incremento del 10,5% el año pasado a pesar de la compleja situación política y las variaciones en las sanciones impuestas por Estados Unidos al país. Los socios de la corporación estatal PDVSA intensificaron sus compras bajo licencias otorgadas por Washington.
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El país de la OPEP vio crecer por segundo año consecutivo sus exportaciones de crudo, aportando así recursos clave para estimular el desarrollo económico, en un contexto marcado por la cercana toma de posesión del presidente Nicolás Maduro para su tercer mandato.
PDVSA y sus asociados lograron exportar un promedio de 772,000 barriles diarios en el año anterior, la cifra más alta desde 2019, cuando se instauraron las primeras sanciones energéticas por parte de EE. UU. Sin embargo, estas mejoras podrían verse amenazadas bajo la gestión del entrante presidente Donald Trump, quien ha impuesto restricciones severas a Venezuela.
La gestión de Trump destacó por las sanciones severas contra Venezuela, y la actual administración de Joe Biden ha optado por emitir licencias individuales a los exportadores, tras poner fin a una licencia general que respaldaba las elecciones presidenciales en Venezuela.
Este repunte en las exportaciones petroleras venezolanas se vio impulsado mayormente por las ventas de crudo a EE. UU. gracias a la licencia otorgada a la empresa Chevron desde inicios de 2023. Este acuerdo permitió a Chevron saldar una importante deuda con Venezuela.
China se mantiene como el principal receptor de petróleo venezolano, mientras EE. UU. se posiciona como el segundo mayor importador. Las exportaciones a Europa aumentaron significativamente gracias a las autorizaciones concedidas a empresas europeas como Eni, Repsol y Maurel & Prom.
Las exportaciones hacia India también mostraron un incremento notable en 2024, reflejando la buena salud del mercado petrolero venezolano a nivel internacional. A pesar de ciertas complicaciones internas, Venezuela logró mantener un ritmo ascendente en sus operaciones petroleras durante el último año.
La producción de crudo también experimentó un aumento considerable, alcanzando un 17% más que en años anteriores. Este crecimiento refleja la capacidad de la industria petrolera venezolana para adaptarse a los desafíos y las sanciones impuestas, manteniendo así un papel relevante en el mercado global.
Venezuela demuestra una vez más su influencia en el sector petrolero mundial, diversificando sus exportaciones y fortaleciendo su posicionamiento a pesar de las adversidades políticas y las tensiones internacionales.
