Los precios del oro volvieron a batir un récord, ya que los operadores hicieron caso omiso del sólido informe de empleo de Estados Unidos y se centraron en el impulso que ha llevado al metal al alza durante las últimas semanas.
El oro al contado subía 1,6% a US$ 2.327 la onza y ha crecido 4,4% esta semana, camino a una tercera subida semanal consecutiva. Su avance sostenido ha elevado el índice de fuerza relativa de 14 días a niveles que algunos inversionistas consideran un indicio de que los precios podrían estar a punto de retroceder.
En marzo, las nóminas estadounidenses registraron el mayor aumento en casi un año y la tasa de desempleo cayó al 3,8%, gracias al aumento de la actividad. Los rendimientos del Tesoro subieron, ya que el extraordinario informe respaldó las apuestas de que el banco central estadounidense no tiene prisa por recortar las tasas.
Contraintuitivo
Aunque el oro bajó brevemente tras la publicación de los datos, los precios repuntaron hasta ganar un 1,7% y tocar un nuevo máximo de US$ 2.331 la onza. El movimiento parece un poco contraintuitivo, dijo el managing director de Metals Focus, Philip Newman. A medida que los operadores reducen las expectativas sobre la senda de recortes de tasas de la Fed, cabría pensar que se habrían producido tomas de ganancias o liquidaciones.
En cambio, el lingote amplió su racha récord tras una serie de máximos esta semana, llevando su ganancia en lo que va de año al 12,8%, cerca del avance del 13,1% registrado en todo el año pasado. El oro ha subido con fuerza desde mediados de febrero, impulsado por el optimismo de que la Fed está cada vez más cerca de su tan esperado giro.
Punto de apoyo
Pero el aumento de las tensiones en Oriente Medio y Ucrania, junto con los problemas actuales de la economía china, están aumentando su atractivo como activo refugio. Israel elevó los preparativos para posibles represalias de Teherán tras el ataque del lunes a un complejo diplomático iraní en Siria, avivando los temores de un conflicto regional más amplio.
Independientemente de que la gente piense que la Fed recortará más o menos, "esto al oro no le importa", dijo Imaru Casanova, gestor de carteras de oro y metales preciosos en Van Eck, para quien los factores clave que han impulsado a los lingotes empiezan a ser más importantes, con margen para una próxima subida.
Según Paul Wong, estratega de mercado de Sprott Asset Management, las compras relacionadas con opciones, que se activan cuando los precios superan los US$ 2.300 la onza, también están ayudando a impulsar aún más al metal.
